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domingo, 27 de noviembre de 2016

Fidel Castro: otro muerto "honorable"

Después de a Rita Barberá la parca se ha llevado a Fidel Castro. Noventa años de dictador que nos dejan en la decimoquinta vez que se muere (ésta de verdad)



El año está siendo un poco bipolar en lo que respecta a los muertos: empezamos por una hornada de personajes ilustres que eran una gran pérdida para la humanidad. Se iban personas que habían contribuido a hacer un mundo mejor: Johann Cruyff, David Bowie, Prince, Leonard Cohen... 

Pero en noviembre se van personas que llorarán sus familias, sus devotos y algunas personas raritas. Poco más.

Si con Rita Barberá le tocó a la derecha hacer el ridículo rindiéndole homenaje a una imputada, con minuto de silencio y todo, ahora le ha tocado con Fidel Castro al otro lado del espectro político repetirlo. Izquierda Unida y Podemos han iniciado una  carrera frenética para conseguir ser el premio al "tonto del año". 


¿Luces y sombras? Genial. Dí que si, como Hitler que también tenía sus malos días.

Los tuits de Monedero,  de Pablo Iglesias y de Garzón están todos en la misma línea: homenajear lo gran hombre que era Fidel Castro olvidando las monstruosidades que cometió. Memoría selectiva se le llama a esto. O fanatismo.



Sí, porque Fidel Castro, mas allá de los chistes de los chándals, de que Maradona también le llore (Maradona es de esas personas que, cuando está de acuerdo contigo te has de empezar a preocupar), era un dictador y una persona que ha sumido a su país en una pobreza espectacular. 

Estuve en Cuba hace 5 años: un país precioso con una miseria inconmensurable en la que un gran número de personas viven de intentar estafar al turista (cada día es el aniversario de la muerte de Compay segundo, todas las niñas necesitas leche en polvo y está racionada), en el que hay instaurada una prostitución diferente que son "las jineteras" y que tienen una economía tan ridícula como para que haya trabajadores que tengan que vigilar que una farola no se mueve.



Un país donde no se respetan los Derechos Humanos.

Una patria de la que no se puede escapar de forma fácil lo que viene a ser una especie de secuestro. Hace años en un congreso coincidí con un médico cubano que había conseguido salir de Cuba. No podía volver  y su hija, a la que no veía desde hacía 14 años, no podía salir porque su padre era médico exiliado. Su mujer lo mismo. 

¿Sigo? Cuando vas a Cuba siempre hay alguien que te pide que lleves medicamentos porque no tienen. Alberto, el guía que nos acompañó en nuestra estancia (evidentemente de forma "extraoficial") no podía recibir medicamentos para su cardiopatía isquémica que aquí ponemos el grito en el cielo solo porque nos dan genéricos (que ya se sabe que los carga el diablo)  Vivía al límite y tenía internet que temía que le controlaban (como es habitual)

Y podríamos estar una hora seguida hablando de las bondades que han dejado más de 50 años de Revolución

No acabo de entender esta manía de Podemos de vincularse a dos países en caída libre como son Venezuela y Cuba. Yo si fuera ellos me alejaría porque sus dirigentes los  han llevado al más absoluto de los desastres y, además, con una falta total de las más elementales libertades.

Eso sí: las frases "Hasta la victoria siempre", la gorrita militar cubana y la camiseta del Ché tienen su gracia. 

Estaré atento a la sección de necrológicas de mañana a ver de que escribo el post... 

jueves, 24 de noviembre de 2016

Rita Barberá: entre el minuto de silencio y "bailaré sobre tu tumba"

Más allá de la teoría peliculesca de que Anacleto (agente secreto) esté eliminando a implicados en el caso Gürtel o de que sea un montaje y "no esté muerta, que esté de parranda" me están entreteniendo las reacciones tras la muerte de la gran Rita Barberá



Vaya por adelantado que me cuesta alegrarme de la muerte de alguien sea un torero, un jugador del Madrid, Trump o un político corrupto. No va conmigo. 

Mi reacción cuando me enteré de la noticia fue doble: cara de incredulidad por el momento del óbito (justo cuando está en el centro del lío de la corrupción) y una sonrisilla por los memes que vendrían. 


Digamos que mi frecuencia cardiaca no sufrió variación: ni me alegré ni me entristeció. Indiferencia clásica cuando la muerte es algo de lo que hablas cada día en el comedor del hospital y no es un allegado. 

Muy distinta ha sido la reacción del PP, muy en su línea: ni disimulan. Era una choriza pero era de los nuestros y la queríamos. Muy humano pero poco edificante. 

Cuando fallece cualquiera de nuestros amigos nadie se dedica a rebuscar en su biografía alguna vergüenza para airearla. En el Camp Nou celebramos con frecuencia minutos de silencio por ex-jugadores, directivos y socios añejos y nadie ha investigado sin era un borracho o pegaba a su mujer. El minuto es por sus servicios al club. Punto. 

El PP ha hecho esto. Minuto de silencio porque se ha muerto una amiga. ¿Qué era una corrupta? Vale. Pero una amiga. Lo puedo entender. 

Me cuesta más adivinar en que pensaban los otros grupos al permitirlo cuando no se hizo por Labordeta. Tenían la excusa perfecta como la tuvo el PP en aquel caso: escudarse en el reglamento. Unidos Podemos han sido coherentes: nada de homenajear a una imputada por corrupción. Parece lógico más allá de los sentimientos personales. 


Al cabo de 30 minutos de saberse que Rita Barberá ya no estaba entre nosotros me llegaron varios memes satíricos nos llegaban: en eso debemos ser potencia mundial. ¡¡Qué velocidad! Os dejo alguno aunque supongo que ya los habéis recibido por 100 grupos de wats. 



Bestias, irrespetuosos, inteligentes... Para que negarlo, me he echado unas risas.



Una forma de saber que piensa tu entorno es Facebook: no he visto ni una lagrimita y sí algún post con mala leche, cierto es que de forma aislada, lo que me hace pensar que la gente pasa bastante del tema (memes aparte) 

Dos reacciones me han llamado la atención.  

El primero un  "Rita, no te lo crees ni tú" que me parece el inicio de una leyenda rollo "Elvis vive" en la que Rita Barberá estaría disfrutando de la pasta ganada con el sudor del de enfrente en una playa paradisiaca, tomando el sol a la vez que remueve, displicente, un cocktel con una sombrillita mientras disfruta del atardecer en las Bahamas. Curioso. 




El segundo, sin filtros, colgado por mi mejor amigo de la infancia: se nota que nos educamos juntos. Recuperaba un "hit" de Siniestro Total : "Bailaré sobre tu tumba". A saco.

Curiosamente hace 2 días le cantaba a mi hija esta canción vaya usted a saber por qué. Una premonición? 

Esta tarde le explicaba que se había muerto Rita Barberá y me ha dicho "la de el caloret?". En el fondo eso será su legado, por encima de la corrupción.

Igual no hace falta ser tan explícito, estas alegrías uno se las puede dar en casa , incluso con copa de cava sin dar tanta publicidad, pero ahí os dejo esa muestra de alegría, un equivalente musical del "que se joda" 


Así que me quedo anclado en la indiferencia absoluta ante la muerte de una persona de perfil muy poco edificante pero que tampoco era una genocida. Ni me alegro ni perderé el sueño. 

 Esa indiferencia, sin embargo, no me mantiene equidistante entre que el Parlamento homenajee a una corrupta o colguemos memes o canciones macabras. Me quedo con lo segundo. Claramente. 












martes, 22 de noviembre de 2016

Los fanatismos sociales.

Un artículo de "El País" sobre como educar a los niños, absolutamente esperpéntico, perpetrado por Olga Carmona me ha llevado a escribir sobre los fanatismos en "lo social", una plaga que nos invade amparado por la estupidez de las redes sociales.


Os dejo el link.


Para muestra de lo que es el artículo un solo concepto: etiqueta de maltrato infantil normas de "castigo" como podría ser el rincón de pensar. Sí, maltrato infantil. Ni más ni menos. !Ole tú!

Querida Olga Carmona, lo confieso: soy un maltratador. He castigado en múltiples ocasiones a mis dos hijos con el rincón de pensar o cosas incluso peores. Mi hijo estuvo tres meses sin play station, por poner un ejemplo, sin mediar asesinato alguno. 

Soy un malvado: deberían encerrarme en la mazmorra más oscura del torreón más alto y lanzar la llave a un lago repleto de cocodrilos con rabia cococodrílica. 

Todos mis amigos son unos puñeteros maltratadores, mala gente que hace cosas horribles a sus hijos,  como dejarlos todo un trimestre sin móvil por sacar malas notas. Eso sí, con toda su buena voluntad. Así no hay propósito de enmienda posible. Estoy rodeado de maldad. 

La paranoia de esta psicóloga parte de un concepto correcto: hay que educar a los niños con estímulos positivos y no con estímulos negativos (castigos).

Totalmente de acuerdo: intento, como casi todos los padres, incitar a mis retoños a que vean que si hacen las cosas de la forma adecuada tienen recompensas en vez de amenazarlos con castigos si les salen mal. Dos caras de la misma moneda. Repito: intento. 

Hablo con ellos, razono las decisiones que tomo y actúo en consecuencia. Se ha acabado el "no sales por qué no", el "esto se hace así porque lo digo yo" y el "si no te portas bien te llevas una hostia" que nos parece de tele en blanco y negro. Pero si razonas y no "lo pillan" queda el concepto de autoridad: aquí mandan los padres.

Ok, pero el problema es llevar el "no castigo" al absurdo que es lo que hace esta mujer. ¿Cuando un niño de 3 años tiene un berrinche en el suelo hay que razonar con él? ¿Quiere que nos sentemos en el suelo del súper mientras el patalea a explicarle que su actitud no es admisible y que debería reconsiderar su postura?


¿Cuándo le dices a un adolescente que a la 1 en casa y llega a las 3 perjudicado hay que sentarlo al día siguiente y calentarle la cabeza con escalas de valores, la importancia de la confianza, los efecto deletéreos del alcohol  y esperar que eso le importe un pito?

No señora, no: además del rollo positivista tiene que saber que portarse mal lleva consecuencias negativas para él. Pávlov en estado puro. Así es la vida real porque esto no es "El Principito" o "Alicia en el País de las Maravillas".


Pero no solo en la educación infantil es en la que hay esa corriente bienintencionada pero absolutamente idiota de que los niños se van a traumatizar por todo. 

La lactancia materna: Ok, hay que promocionarla pero no llevarlo a los niveles de guerra psicológica de las "ligas pro-lactancia" materna en la que se cataloga de malas madres a las que no dan el pecho hasta la primera comunión a sus retoños.

Si a eso añadimos que los beneficios de la lactancia materna no son tan espectaculares como parecía no está justificado ningún tipo de fundamentalismo en esta cuestión.

En todas estos dogmas falta lo que se llama evidencia científica. Para asegurar que una opción (lactancia, no castigos) es superior a otra de forma categórica hay que tener estudios que no existen. En la lactancia materna hay tal cantidad de sesgos y factores de confusión en los estudios que lo analizan que cuesta decir nada subido a un púlpito estilo "yo tengo la verdad absoluta".

Esta es una constante de los fanáticos sociales, el afirmar categóricamente sin tener ninguna evidencia, ningún dato, ni un puñetero estudio (o pocos) que los soporten. 


En el campo de la pedagogía es especialmente alarmante: cualquier psicóloga de tres al cuarto sale diciendo que el colecho es maravilloso para los niños o que no cogerlos cuando lloran los traumatiza toda su vida. ¿Si? ¿Me podría poner las referencias bibliográficas? ¿Se han cogido dos grupos de adolescentes, pongamos 20.000 por grupo, se ha mirado si colechaban con sus padres y se ha eliminado todos los factores de confusión para que fuera la única variable a estudio y sacar conclusiones? La respuesta es no. Evidentemente no.

A mi el colecho me parece una barbaridad no porque crea que los niños va a salir raritos de mayores, se vayan a convertir en gays o asesinos o cualquier chorrada por el estilo.

El colecho lleva asociados dos efectos secundarios: el primero es el final de la vida sexual de la pareja y de su intimidad. Que el niño acabe durmiendo en la cama con la madre y el padre se vaya al sofá es el inicio de la dictadura del pequeñín. El segundo es que 3 (o más) en una cama de 1.60 conlleva dolores de espalda, sueño y mala calidad de vida de los padres porque un niño de 2 años es un karateka cuando duerme.

Pareja a punto de tener sexo. 
Pero ahí tenemos a las fanáticas del colecho, del no castigo o de coger a los niños en brazos a todas horas no sea que queden traumatizados si lloran 10 minutos. Solo porque ellas creen que es mejor

Y todo parte de premisas hermosas: amar a los niños, que no lloren, que duerman con sus padres. Pero pierden su sentido cuando son una nueva religión que intenta defender con virulencia, despreciando la otra postura, opiniones que no son ciencia, que son, simplemente, su visión del mundo. 

Pero no solo de pedagogía viven los fanatismos sociales. Vamos con otro que gana adeptos

Los animalistas. En un país en el que existen los "toros embolados" o la "corridas de toros" se atreven a poner en tela de juicio absolutamente todo lo que tenga que ver con un animal: la Unidad Montada de la Guardia Urbana, las hípicas o los carruajes de caballos para guiris son maltrato animal. Clarísimo. Si embargo que los carruajes (en forma de bici) los propulse un humano no es maltrato: es un trabajo. 
Caballo siendo torturado 

Humano trabajando 
Llegamos a la paradoja que los animales no deben trabajar por su comida y los humanos sí. Curioso. 

Hace unos días una señora llegó a urgencias de mi hospital porque la había atropellado un coche: un buen traumatismo craneal que quedó en un buen chichón y unos días con la cabeza dolorida. Estaba muy nerviosa y asustada porque... !casi atropellan al perro! A ella no se la han cargado de milagro, pero estaba llorando por lo que le pudo haber pasado (que no le pasó, esa es la gracia del pretérito) a un animal que debía estar lamiéndose las patitas tan tranquilo en su casa.

Cuando dije que alucinaba con la gente una animalista muy maja que estaba a mi vera me dijo que ella prefería que la atropellaran a ella que a su perro. Lo decía en serio.

Volvemos a llevar a extremos absurdos (el animal por encima de los humanos) algo que es loable: el amor por los animales. 

Cercanos a los animalistas encontramos a los veganos (un subgénero centrado en la comida) que nos acusan de asesinos por comer carne o cualquier cosa que salga de un animal, insinuando incluso que la leche de vaca que tomamos se la estamos robando a un desvalido ternerito.

Uno fantasea con la escena del ternero desnutrido, pobrecito él, mirándome instantes antes de expirar mientras me zampo un vaso de leche directamente sacado de la ubre de su madre. Al acabar el delicioso manjar lo miro cruelmente, suelto un Ahhhh de satisfacción y me limpio los bigotes blancos sin dejar de retarlo con mi mejor pose, asesina y cruel. Ni el Joker.


Evidentemente habría que regular que no tengan a los animales (me viene a la cabeza los cerdos) en jaulas de medio metro, enjaulados, sin poder moverse, con una vida solo dedicada a engordar para que nos los zampemos. Correcto.

Pero de ahí a considerarnos asesinos o roba leches... Que muchos animales se coman entre ellos no es relevante. Yo no me puedo comer un león, pero el león sí se puede comer una gacela. Enchufado.

A partir de ahí podríamos hablar horas y horas de diferentes grupos: los defensores del sangrado libre menstrual, los adictos a la libertad personal por encima de todo, los que están en contra de los deberes escolares planteando una huelga con la que están enviando el mensaje a nuestros hijos de que no vamos a una con la escuela o los defensores de las mujeres que no nos dejan ni invitarlas a una copa ni miccionar de pie en los lavabos (sí, eso es machismo para algunos)

Premisas hermosas (no matar animales, derecho de la mujer a vivir su sexualidad, libertad, que los niños puedan jugar con sus padres al llegar del cole, la igualdad entre géneros) llevadas a extremos ridículos. 

Esta es nuestra sociedad, la del blanco y negro, en la que los grises tienen tendencia a desaparecer. Paciencia. 

jueves, 17 de noviembre de 2016

El anuncio de la Lotería de Navidad 2016: Diosssssss

Ya esta aquí. Más esperado que el clásico Barça-Madrid, que el "Escondidos" (cobra incluida) de Bisbi y Chenoa o que las rebajas de "El Corte Inglés": el anuncio de la Lotería de Navidad.


Lotería de Navidad: 1998-2013

En la historia de los anuncios de la Lotería de Navidad (sí, con mayúsculas) hay un antes y un después de "El Calvo de la Navidad" (también con mayúsculas) que debutó allá por 1998.


A partir de la idea del Calvo de la Navidad se sucedieron una serie de anuncios muy bien hechos, de gran calidad visual, todo muy "pro" pero que nadie recuerda. Como en las pelis cuando empiezas diciendo que la fotografía es bonita, malo.

Preciosísisisimos, con magníficas y oportunas referencias a la Diosa Fortuna, mucha nieve (que pensarán en las Islas Canarias) y mucho amor, pero no llegaban al público. No transmitían. 


Lotería de Navidad del 2013

Así transitábamos en el aburrimiento, en lo previsible, en la indiferencia, en la rutina de los 30 años de casados cuando saltó la banca en el 2013 con el Anuncio (sí, con mayúsculas) del Gran RAPHAEL y Montserrat Caballé. También salían Marta Sánchez, Niña Pastori y Bustamante pero nadie los recuerda como nadie sabe que Capdevila jugó la final de Mundial de Sudáfrica (lateral izquierdo)


Ese anuncio fue la bomba:  les salió bien la jugada gracias a las redes sociales, a los memes y a eso tan español que es "el cachondeito" porque, la verdad, es que el pobre era malo, cursi y ñoño.

Miedito...
Miedito. 
El pánico que pasaron varias generaciones de niños con la cara de asesinos en serie de nuestro reputados artistas está en la memoria colectiva del país. Historia pura. Nunca sabremos si los creativos eran unos genios que consiguieron sacar lo más frikie de los protas o fue puro churro: yo me inclino por la suerte. 

Con el exitazo del 2013 la presión sobre los publicistas del 2014 era enorme, se pusieron las pilas, se lo curraron y sacaron buena nota.


Lotería de Navidad del 2014 y 2015. 

Antonio y Manuel y su café a 21 euros emocionaba porque a todos nos ofrecen cada diciembre 450 números diferentes en el trabajo: el del pueblo de la auxiliar de la tercera, el de la hermana de la enfermera de la quinta que los compró en Santiago y es Año Jacobeo, el del servicio, el de urgencias, el del bar, el oficial del hospital y uno que nadie sabe de donde salió. 


Así que es fácil identificarnos con el desgraciado que ese año no compra en el bar donde se ha dejado media vida y dos tercios de su hígado y va y toca. No solo eso, también nos imaginamos en el papel del dueño del bar que le ha guardado el número en un acto de bondad sin límites, porque siempre, en nuestras fantasías, somos sabios, buenos, altos y guapos.

Un acierto. 

Aprovechando que había salido bien tiraron más de lagrimita en el 2015 con "Justino y la Fábrica de Maniquís". De entrada comentar una cosa: Justino. Quizás era para desagraviar un nombre ligado para siempre a la coletilla "un asesino de la tercera edad", para darle un toque positivo al nombrecito o quizás porque el director creativo del anuncio se llama Justino. No sé...

El mensaje era el mismo: sé buena persona, quiere a la gente y recibirás premio, rollo karma. Sonríe  al mundo y el mundo te sonreirá. Todo muy Coelho pero venga, tira que te va, eran dibujitos, era amable, un poco diferente. Mismo perro distinto collar. Pasable.

Pero el de este año... no, hijo, no. Un desastre.

Lotería de Navidad 2016

Tengo amigos en face que ya lo han colgado rollo "like": la lagrimita siempre vende, el Alzheimer nos enternece y la amistad desaforada y falsa de todo un pueblo volcándose con la abuela (Carmina) nos eriza los pelos, ¡cómo escarpias los tenemos! ¡Si ayuda hasta la policía! Hermoso.


Pero aparte de que estas ficciones flanders de un mundo feliz siempre me incomodan porque soy un optimista bien informado, la forma de enfocar el asunto me parece que está en el límite-límite entre la cursilería y la mala leche.  

Le montamos una fiesta a la abuela para que esté feliz que, total, está chocha y mañana no se acuerda de nada. Ya, ya, que es para que la mujer no se lleve un disgusto y disfrute aunque sean un día. Precioso.

Mañana que le expliquen que ha llamado Gary Cooper, que le ponía de jovencita,  diciendo que el sábado cenan juntos y así tendrá un par de días de ilusión y, de paso, nos hacemos unas risas todos y activamos la economía del pueblo: vestido para la ocasión, pelu, esteticien, todos ayudando para la gran cita.



Y el domingo, como la abuela era muy facha y ya no se acuerda de lo de Gary, que resuciten a Franco un par de días. En Google pones NODO y hay de todo.

El anuncio es una suerte de"el día de la marmota" en que cambiamos a Bill Murray por la abuelilla demenciada. Bill podía hacer cualquier bestialidad durante el día porque sabía que a las 6.00 volvería a sonar "I got you babe" y todo quedaría en el olvido. Aquí la abuela es el sujeto pasivo, podemos hacer de todo con ella que, total, se olvida. 


Es hora de que los publicistas, que deben haber ganado una pasta terrorífica con este anuncio, se lo curren otra vez. Utilizar abuelos con demencia, niños con carita de gato con botas sucios y pobres o enfermos, con el mismo lema de los dos últimos años es muy fácil y está muy visto. Que trabajen un poco o al paro. 


Lotería de Navidad del 2017


Les doy un ejemplo para el año que viene: primera imagen se ve el Parlamento Español, lugar donde asienta la soberanía del pueblo, en plena sesión el 22 de Diciembre, mientras los parlamentarios van siguiendo distraídos el Sorteo de Navidad. De repente murmullos y alguien grita "¡nos ha tocado!"


Efectivamente, el número premiado es el que vendía el bar del Parlamento (que sus señorías frecuentan más de lo confesable). Se abrazan los de Podemos con los del PP, Rufián con Susana Díez, los vascos entre ellos, los de Ciudadanos con todos (y ofrecen un par de pactos) Se abrazan de verdad, a lo Mas-Fernández, con amor, con pasión, con sentimiento, besándose, algunos con lengua y todo. 




Cuando acaba el jolgorío se retoma la sesión y pide la palabra un parlamentario de la oposición (que no quede claro el grupo para que nadie se ofenda9. Se levanta y dice: "dono mi número para sanidad", sube al estrado y se lo entrega a la Presidenta del Congreso. Acto seguido le imita un parlamentario al otro lado del arco: "dono mi número a educación" y también lo entrega a presidencia. 

Uno tras otro  todos los parlamentarios entregan su décimo premiado para las causas sociales de nuestro país. 

El anuncio acaba con el pueblo enfervorizado entrando en el Parlamento abrazándose y llevándose a hombros a sus políticos que, por primera vez, les representan. 

Al menos sería original (no sé si creíble) 

miércoles, 9 de noviembre de 2016

Trump: triunfo o derrota de la democracia.

Sí, Donald Trump, presidente de los U.S.A. ¡Toma ya!




En los últimos días me ha parecido muy interesante leer la prensa española. Era evidente que no podía ganar Trump. No puede ser. ¡No puede ser! Eran de esos artículos que eran más parte de una "wish list" que opinión o información. Los editores, los articulistas y los colaboradores se querían convencer a si mismos. ¡Ganará Hillary!

Pues no. Vaya por Dios

En los próximos días veremos a millones de expertos (incluida la Esteban) descuartizando las elecciones, por qué ha ganado Trump y no Hillary, aunque la respuesta es de perogrullo: porque los estadounidenses han querido, les ha dado las ganas, les ha salido de las pelotas (lenguaje Trump). 

Aquí tenemos dos opciones:

La primera es la de ser demócratas de boquilla del estilo "nos gusta la democracia siempre que salga lo que yo quiero y si no la democracia es una mierda" De estos hay millones pero la mayoría no lo expresan públicamente porque está muy feo aunque por dentro lo piensen. 

Pero pueden decirlo de otra manera: pueden afirmar que los que votan a Trump son idiotas perdidos igual que ya dijeron que los que votaban a Rajoy eran semidemoniacos, todos unos fascistas y malas personas que devoraban a sus hijos. 

Esto no es exclusivo de la izquierda, los de la derecha piensan lo mismo de los votantes de la izquierda, en especial de la nueva izquierda: son unos rojos emporrados que no han trabajado en su puñetera vida y que solo piensan en drogarse y jugar a la play. 

La segunda opción es aceptarlo como buenos demócratas y pensar que si le han votado por algo será, que si le ha votado más personas que a Hillary sus razones tendrán y que no somos nadie para juzgarlos. Sin más.


Yo, lo confieso, era de Hillary Clinton porque soy un clásico de toda la vida, no soy tan derecha como para ser republicano y, además, siempre que pienso en los presidentes americanos veo que los republicanos la han liado mucho más que los demócratas.  Por supuesto soy fan (muy fan que se dice ahora) de Obama pero este buen hombre es irrepetible. 

No tengo ni idea de como funciona ese inmenso país que sufre más o menos las mismas lacras que el nuestro  (paro, desigualdad, inmigración, terrorismo) pero a diferente escala. 

La sensación desde la distancia es que hay millones de ciudadanos que están absolutamente hasta el gorro de todo, de que los cambios sean (cuando los hay) muy lentos y que, al final, los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. 

De acuerdo, Trump es un animal, un populista, un xenófobo, un machista, un salvaje, un racista.... ¿sigo? Un perla, un person. Pero los americanos le han votado y, en algo que le honra, parece que se ha presentado tal y como es. Algo es algo.

¿Alguien se acuerda de Berlusconi? Las similitudes son evidentes. ¿Y de Jesús Gil? Más de lo mismo. Pero aquí, que nadie se olvide, en los gobiernos actuales tenemos personas que han dicho auténticas barbaridades y no solo las han proferido si no que las han llevado a la práctica. 

Tenemos un presidente que es el líder de un partido que está de corrupción hasta las cejas. Pero claro, los que le siguen (PSOE) es más de lo mismo, los terceros y cuartos son una marca blanca y un partido populista. 

Así que, esto es lo triste de la democracia actual, se vota al menos malo que para cada uno es uno diferente. En un ritual los que pierden se escandalizan de que haya gente tan burra de votar al contrincante como si ellos tuvieran un mirlo blanco. Porque no lo tienen. 

Volvamos a USA. Aumento de la desigualdad, pobreza, marginación, violencia, terrorismo. Sí, Obama deja un país mejor que el que cogió, pero tampoco es para tirar cohetes.


Muchas personas han visto que Hillary era más de lo mismo, lo que allá llaman el establishment, así que, como están cabreados han votado al otro. Como dirían con esa expresión tan genuinamente americana "from lost to the river" 

Y sí, Trump dijo que cuando eres una estrella las mujeres te lo permiten todo. ¿Es mentira? Una cosa es que la prensa, en esa obligación de ser políticamente correcta, se rasgue las vestiduras, pero otra es que el americano medio no sueñe despierto con ser rico, famoso, y cepillarse a todo lo que se mueva. Igual que los italianos admiraban a "Il cavalieri" porque hacía fiestas con chavalas de 20 años (que mas da que fuerna prostitutas) Gran parte de los hombres italianos querían estar en esas fiestas. Y le votaban. Lo sé, poco edificante.

Estados Unidos es una sociedad machista y Hillary es una mujer : otro punto en contra. Pensad que se llama Hillary CLINTON: lleva el apellido de su marido porque si no BIll no hubiera sido gobernador de Arkansas. 

Posiblemente ser fanfarrón (porque muchos piensan que a la hora de la verdad no llevará a cabo las barbaridades que ha proclamado) es otro punto a favor. Nadie lo imagina realmente apretando el botón o levantando el muro de México. Nadie se lo ha tomado realmente tan en serio. A ver si acertamos. 

Así que solo nos queda felicitar a Trump, preguntarnos en que mundo vivimos y, esta noche, reflexionar sobre si seguimos siendo demócratas. Y no me refiero al partido.











lunes, 7 de noviembre de 2016

Al lugar donde fuiste feliz...

Rezaba en su canción Sabina que "al lugar donde fuiste feliz nunca debes tratar de volver". Acierta el poeta (y próximo premio Cervantes) como se suele acertar: de forma parcial.


He estado una semana en Menorca, un lugar donde he sido muy feliz en otras ocasiones: con mis padres hace 37 años, en una de las mejores vacaciones familiares, entre calas y partidas de remigio, con mi ex-mujer hace 20 veranos antes de ponernos a procrear, pero sobre todo hace 7, con una chica con la que solo había convertido una clara y que tras tres días en la isla se convirtió en mi pareja. 

Al año siguiente repetimos y, para que engañarnos, no fue lo mismo: nunca lo es. Ahí le doy la razón a Joaquín Sabina con su "al lugar donde fuiste feliz nunca debes tratar de volver". Idealizas un lugar, una compañía, un atardecer, unas vistas y cuando vuelves son diferentes. El tiempo, la luz, las personas, el agua, todo ha cambiado como en la paradoja del río de Heráclito.  Punto para Sabina.

No había vuelto a Menorca desde entonces y este año regresé al lugar del crimen pero en otras circunstancias y con diferentes expectativas: solo, a desconectar, sin pretensiones, sin intentar que estos días fueran especiales, sin buscar el amor o la magia. Allí estaba yo con mi ordenador para escribir, mis libros para leer, la playa para tostarme un poco más y los chiringuitos para meter un par de kilos, ya que estamos. 

No negaré que la melancolía me pasó cerca, rozando, al ir a ese chiringuito donde comimos por primera vez juntos, en el Camí de Cavalls yendo hacia cala Macarella (y Macaralleta), al pasear por Fornells y ver esos embarcaderos donde nos hicimos fotos, al recordar unos días que fueron extraordinarios pero que quedan muy lejos ya y que sé que no volverán. Es Plà ya no está ("es va fer foc") pero queda Es Cranc.


Pero la espanté (a la melancolía) y fue una gran semana de relax. Sin más. 

Hace años, en mis últimas vacaciones con mi madre y mi hermano, hicimos una escapada a La Herradura  donde habíamos vivido diez años atrás un par de agostos adolescentes rollo "Verano Azul": pueblo de pescadores casi sin edificar,  adolescentes sexys y nuestras primeras noches en la disco "La Kashba" (en mi caso solo algún rato aislado porque era demasiado enano). Todo quedó imborrable en nuestras memorias.

Aquí si, volver fue un error: contemplar unas edificaciones altas, feas y absurdas en primera línea (hablo desde la memoria de hace 25 años, igual ahora vuelvo y me parece que no está tan mal), con La Kasbah vacía y, por encima de todo, la ausencia de nuestra pandilla con esas adolescentes apetecibles. No había nada que recordara aquellos maravillosos veranos. Volvimos planchados: La Herradura había muerto para nosotros.


Volver al pasado es peligroso: la idealización de lo positivo de nuestros años mozos es algo tan humano como la autocomplacencia o el echarle la culpa a los demás. 

Pero lo peligroso no es el volver en sí mismo, son las expectativas con las que volvemos, la idea de que vamos a encontrar lo mismo que dejamos, impoluto, inmóvil, anclado en un pasado brillante. Que vamos a vivir las mismas sensaciones. Las rubias adolescentes de La Herradura han envejecido en la vida real pero no en nuestra mente, siguen teniendo la piel tersa, la mirada clara, los pechos erguidos, han bebido del elixir de la eterna juventud. El pueblo mantiene sus casitas bajas en primera línea y sigue funcionando ese cine al aire libre al que íbamos corriendo al acabar de cenar y del que volvíamos tras tomar un helado.

Pero todo esto ya no está y por eso, a veces, es peligroso volver al pasado.