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martes, 24 de enero de 2017

Gordo

Gordo puede ser tanto un insulto como un apodo cariñoso (gordi) pero en este caso es una pancarta en un campo de fútbol que está llevando el postureo  de lo "políticamente correcto" a los niveles de histeria habituales. 


Para los que no sepan de que va: en El Sadar, campo del Osasuna y coincidiendo con la visita del Sevilla apareció esta pancarta (ver foto) con la palabra "Gordo" en la zona de los aficionados blancos. 



Evidentemente nadie se dio cuenta de nada pero aquí tenemos a las magníficas redes sociales que nos sacan de nuestra feliz ignorancia. Menos mal. 

Parece que "gordo" no es un adjetivo, es una persona en concreto, uno de los 4 energúmenos y presuntos delincuentes que están acusados de violar a una chica en los últimos San Fermines 

Apoyar a un (presunto) violador es de un gusto lamentable por muy amigo tuyo que sea: está claro. Pero ponerlo en el foco mediático, haciendo salir la pancartita en las noticias nacionales y buscando al autor de la tropelía por tierra, mar y aire es darle notoriedad a un gilipollas. 

Podemos dice que "es intolerable que alguien cuelgue esta pancarta y dure todo el partido" ¿Se supone que los encargados de seguridad deben saber el apodo de todos los imputados en todos los delitos del mundo? Populismo. 

La pregunta es: ¿para qué? ¿Qué finalidad hay en darle tanto eco? ¿Para qué vamos a gastar recursos de la policía en encontrar "al culpable"? ¿Podremos condenarle por algo?

La respuesta es: para el postureo social. Hemos de rasgarnos las vestiduras para demostrar que estamos en contra de la violación, indignándonos con el letrerito. Al que no le reviente la yugular de ira está a favor de la violación. Está claro. 

Parece ser  antiviolencia es la que ha de perseguir al tipo, las misma que se encarga de dejar claro que la "senyera" ha de estar prohibida en las finales de Copa del Rey porque puede molestar a alguien.

Dentro de mi compendio de refranes viejunos está el "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio". Darle tanta publicidad al pajaro éste es hacerle el juego. Claramente. 

Pongamos que la policía lo identifica y lo detiene. ¿De qué lo acusan? Se pide por allí que de apología de la violación. Vaya. ¿Apoyar a un amigo imputado por una violación es apología de la violación? Por tanto apoyar una imputada por corrupción es apología de la corrupción, del terrorismo apología del terrorismo, etc, etc 

Hace poco Carme Forcadell (imputada) recibió el apoyo de cientos de personas y nadie se molestó en identificarlas y detenerlas, Rajoy se solidarizó con su famoso SMS a Bárcenas "Luís, sé fuerte, aguanta, hacemos lo que podemos" y nadie lo ha intentado encarcelar.


Una campaña mediática intenta conmutar la pena de muerte de Pablo Ibar, español en el corredor por un asesinato.  Supongo que todos los que firmaron en chance.org a favor de esta iniciativa están siendo identificados por apología del asesinato. 

Pues no: solidarizarse o dar ánimos a un amigo, familia, compañero, sea inocente, culpable o terriblemente culpable puede ser de mal gusto, asqueroso, vomitivo, pero ni es un delito ni hay que darle tanta publicidad ni hay que gastar recursos públicos en capturarlo. 

Hace tiempo que este país dejó de ser lógico para ser un reino del postureo en el que se confunden actitudes lamentable con delitos, acciones éticamente reprobables con hechos penalmente perseguibles. 

Así que a seguir con el concurso de "a ver quien llora más en el entierro" que, como todos sabemos, es el que sufre más la perdida. 

PD para todos los que no tengan grises en su vida y todo sea o blanco o negro y mis post les lleve a una cierta confusión mental.: espero que si el Gordo en cuestión es culpable de violación (como parece) se pudra en la cárcel.


lunes, 9 de enero de 2017

Libros 2016: tercera parte.

No he tenido un gran año lector, pero os dejo las últimas lecturas. 


El mal de Portney. Philip Roth. 1969




He de agradecer que me recomendaran el libro porque había abandonado demasiado tiempo al bueno de Philip. Considerado uno de sus mejores libros de Roth para valorarlo hay que situarlo en su época (1967). En el 2016 no es tan rompedor pero es un libro más que interesante. 

Gira sobre 3 ejes interconectados; la educación en la sociedad judía, la relación padres-hijos y el sexo o, lo que es lo mismo, entre su educación extraordinariamente rígida y lo que desea (sexo, sexo y más sexo con alguna que otra "perversión") 

Llama la  atención lo pornográfico que llega a ser, en especial la etapa de onanismo del protagonista. Quizás un poco menos ágil que otros libros del mismo autor te divierte, deja una sonrisa con las descripciones tarantinianas de la masturbación y hace reflexionar sobre la educación, la represión en la infancia y la imagen que tenemos de nuestros mayores. 

Lo recomiendo avisando de que es un libro bastante (muy) subido de tono, especialmente siendo de Philip Roth

Engaño. Philip Roth. 1990


Ya puestos, seguimos con otro de Philip Roth, de esos que se leen en una tarde, sin enterarte. 

La relación, estilo autobigráfico, de dos adúlteros, uno supuestamente Roth, en la habitación en la que él escribe. La curiosidad de él y la tristeza de ella predominan en en libro. Cambiando la frase de Anna Karenina todas las parejas felices se parecen pero cada pareja desdichada lo es de forma diferente y este sería un buen ejemplo de relación adúltera a los 55, más intelectual que de hormona. 

Otro buen libro de Roth. 

Aprovecho para pedir para Roth el premio Nobel, aunque sea el de física cuántica. 


No llames a casa. Carlos Zanón. 2012



Se le considera una especie de sucesor de Vázquez Montalban como rey de la novela negra española. Ágil, bien escrito y con una trama sencilla, se conduce hasta un final que no te acabas de esperar (quizás lo mejor del libro) Ambientado en Barcelona lo que para los nativos como yo siempre es un plus. 

Crítica: los personajes son estereotipos de esta clase de novelas (perdedores, drogatas, prostitutas) y le falta cierta dosis de humor. En eso soy mucho más del estilo Eduardo Mendoza que mezcla novela negra y cachondeo.

Para amantes de la novela negra "clásica". 



Las partículas elementales. Michel Houellebecq. 1998


Un libro previo a su "Sumisión" que le ha dado la fama y de un estilo similar. Relata la vida de dos hermanos por parte de madre absolutamente opuestos; uno brillante y asexual y el otro gris y obsesionado por el sexo aunque son idénticos en su infelicidad global. 


Magnífico escritor consigue en la mayor parte del libro un buen ritmo con un solo problema: concentra toda la parte filosófica al final. Confieso que leí parte del último capítulo en diagonal y después tuve que releer las últimas 30 páginas con calma que es como se disfrutan. 

Altamente recomendable. Leer sin prisas. 


La ley del menor. Ian McEwan. 2015


Un libro dividido en dos historias de la vida de una jueza que acaba de entrar en los sesenta: por un lado tiene que decidir sobre un adolescente testigo de Jehová y enfermo de leucemia que se niega a recibir una transfusión mientras su matrimonio sufre una mega-crisis. 


Fácil de leer pero tiene un problema: tratando de lo que trata no emociona. Tendría que ser de aquellos libros que tuvieras que contener las lágrimas. Excesivamente descriptivo para mi gusto no llega al alma y todo el desarrollo es previsible.  Correcto sin más



Apocalipsis Z. Loureiro Manel. 2007 


Soy bastante de pelis de zombies. Es un tema que  me interesa, supongo que porque el concepto de Apocalipsis Zombie nos enfrenta al reto de descifrar si seríamos de los que moriríamos en primera convocatoria o de los supervivientes listos, buenos y bondadosos. Yo estoy convencido que sería del segundo grupo, la duda ofende.


Este libro tenía otro aliciente para mí desde un punto de vista de bloggero porque se escribió en forma de una serie de post que después se recopilaron en un libro. Cada día que el protagonista escribe es una entrada (no escribía cada día) y así crea ese interés de entrar en el blog a ver si sigue vivo. Me parece una forma original de encarar una historia: me lo apunto. 

El libro no es ninguna barbaridad pero se deja leer sin pretensiones, de esos que siempre digo que se pueden seguir mientras tus hijos saltan sobre ti en la cama o se pelean.


La aventura del tocador de señoras. Eduardo Mendoza 2010 


Al escribir mi resumen del libro de Carlos Zanón me animé a retomar a Eduardo Mendoza. El último que había leído de él (Riña de gatos) me gustó mucho, pero este no es tan redondo. Se me ha hecho largo, de eso de los que tienes ganas de que acabe la historia, excesivamente liada.


No he conseguido centrarme en el libro  y, cuando eso pasa en un autor que te gusta, siempre te preguntas si la culpa es tuya o de él (del libro)

La verdad es que los personajes están muy bien buscados, con gran variedad pero eso hace que, a ratos, si añadimos el discurso estilo "fuga de ideas del protagonista", y esa forma tan curiosa de expresarse y de dar detalles superfluos de forma divertida, te llegues a perder.

Para mí no es de los mejores de Mendoza pero he pasado buenos ratos. El personaje del alcalde (¿Clos?) es absolutamente increíble con su muletilla "esto no debería verlo yo"

El mapa y el territorio. Michel Houellebecq. 2010


Acabamos el año con el tercero de Houellebecq. Es un autor muy reconocible por su forma de enfocar a sus personajes, desde una cierta distancia. 


En este caso nos narra la historia de un artista peculiar que cambia de disciplina artística pero siempre desde el desapasionamiento, que deambula por la vida como si fuera una rutina, sin amar, sin tener ninguna obsesión de las habituales (sexo o dinero) Al parecer una crítica a la superficialidad del siglo XXI

Curiosamente el escritor Michel Houellebecq es uno de los secundarios importantes del libro: no sigo para no hacer spoiler pero este hombre muy bien de la cabeza no debe andar... La relación, una vez más, del protagonista con su padre, con su "pareja", con su oficio y con el mundo son el hilo conductor del libro. 

Entre lo curioso de repente estás leyendo extensas descripciones sobre una raza de perro que, al parecer, no es que parezcan sacadas de wikipedia.... es que son "corta y pega" de wikipedia. Curioso... 

Uno de mis descubrimientos del 2016: Houellebecq







jueves, 5 de enero de 2017

Els fanalets de VIc.

Els fanalets "los farolillos" independentistas de VIc han sido la polémica indes vs españolistas de la semana o inde vs no inde. Curiosa discusión.


La utilización de los niños con fines políticos no es algo de hoy ni de ayer ni de hace 10 ańos: es de toda la vida. El límite de donde dejas de hacer partícipes a los niños de las actividades familiares (llevarlos a la Diada o a una manifestacion del día de la Hispanidad) y donde empieza el adoctrinamiento es difícil de delimitar. 


Yo he salido algún año de paseo el 11-S con mis descendientes (16 y 13 años en la actualidad) y otros años no. Ellos veían el ambiente y punto. Es la opción política de su padre y, lógicamente, deben conocerla de primera mano,

He criticado en conversaciones con mis amigos la utilización de los niños en estos eventos: hacer que griten independència en los micros oficiales o sacarlos como imagen del evento como se ha hecho con demasiada frecuencia.

Los niños siempre quedan bien en las fotos: son muy monos (al menos un rato) y hasta desfilando para los nazis están adorables. Dan esas sensación de que es todo muy "transversal", de que realmente es un proceso de ricos y pobres, de castellano parlantes y catalano parlantes, de izquierdas y de derechas y de viejos y niños. De que todo es inocente y cristalino.

Que nadie se equivoque, la utilización de los niños es constante: en los anuncios, como excusa para no ir a trabajar, para ligar en el súper, para lo que sea. No nos solemos rasgar las vestiduras por eso pero que los padres aprovechen para llevar "fanalets independentistes" ha sido el detonante para una de esas aburridas guerras en las que se ve la paja ajena y no la viga propia. 

A la crítica de los pin y pon de la política española (PP y Ciudadanos) han rebotado las redes con muchas fotos de pequeñuelos adoctrinados en el españolismo. ¿Esas valen?. Seis de un lado y media docena del otro.

Yo "adoctrino" a mis hijos. Sé que es un comentario escandaloso pero me gustaría que mi hijo fueran culers, heterosexuales e independentistas, relativamente religiosos y que tuvieran una forma de entender la vida similar a la mía. Luego saldrá el sol por Antequera, será lo que Dios quiera y yo respetaré sus decisiones y los querré igual pero más o menos trato de influirles, aunque sea de forma subconsciente.

No solo yo, todos los padres lo hacemos con nuestros hijos: el que diga que no miente. Como siempre la cuestión es si enseñamos o adoctrinamos a los niños, si los encauzamos cariñosamente hacia la senda que nos parece mejor o si estamos ante una escena rollo "la naranja mecánica" 


La idea de "els fanalets" no me gusta pero ni los niños no se van a traumatizar por llevar una cosa que brilla y que estéticamente es chula ni las lecciones desde el lado españolista son creíbles porque hacen lo mismo y tampoco se les caerían los anillos para envolver a niños en banderita tú eres roja, banderiza tú eres gualda.