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lunes, 26 de junio de 2017

Tengo una amiga perfecta para ti.

De todas las frases que deberían provocar la deseperada huída de un hombre, atropellando en su camino a niños, bebés e indefensas ancianitas si es necesario, destaca una: "tengo una amiga perfecta para ti" 


Las mujeres son unos seres adorables que, en esos extraños momentos en que no se despedazan unas a otras y consiguen lo que viene a ser una amiga íntima  o BFF, se ven obnubiladas por un extraña neblina que cubre sus mentes y raciocinio.

En su calenturienta imaginación su mejores amigas son seres mitológicos, ninfas vestales que reúnen todas y cada una de las cualidades que desearía un hombre en una mujer; son guapas, divertidas, altas, tienen un cutis de porcelana,  un sentido del humor superior a los Hermanos Marx, Chiquito y Benny Hill juntos y no les huelen los pies. Es más, creen que nunca  se han depilado o que jamás fallaron un acento en toda su carrera estudiantil, desde el jardín de infancia. 


Son SUPER-AMIGAS. Con mayúsculas.

Resulta que SU AMIGA se ha separado, evidentemente de un hombre que no la merecía y respondía a uno de los siguientes tipos: un canalla, un cretino, un incapaz o un impotente. A veces todo junto. Y toca buscarle pareja. 

Uno en su inocencia se pregunta por qué hay que ayudar a un ser angelical como ese, a esa mezcla de Beyonce en "Cracy in love" con lo mejor de cada uno de los Ángeles de Victoria Secret. Lo normal sería que tuviera dificultades para llegar al colmado de la esquina entorpecida por el acoso de sus seguidores. 


En un fenómeno paranormal resulta que no es así y que "ese ángel" está disponible. Aparece entonces la clásica figura de la alcahueta, la celestina que todas las mujeres llevan dentro, que necesita juntar a esa maravillosa mujer con un afortunado del mundo de los hombres. Tú. 

Los varones, que somos muy raros, solemos recibir la noticia con el excepticismo que nos caracteriza. Dudar de todo es una cualidad y, en este caso,  ha salvado muchas vidas. 

Conforme uno va cogiendo experiencia acorta los plazos de esta venta por catálogo, de este mercadillo de productos de ocasión disfrazados de bolsos de Loewe. La forma de matar el tema rápido es pedir una foto. 

Es una sencilla maniobra que debería bastar para disuadirla: si su amiga no es lo que nos habían vendido una excusa, un "no tengo ninguna foto" acompañada de una reiterada honrosa sería lo lógico. 

Hace unos años el intercambio de "de verdad es guapa?", "si, si, guapísima" acababa en una memorable cita a ciegas, muchas veces en cita a 4,  en las que tenías que tirar de repertorio de buenos modales para salir airoso, sin ofender a nadie. Era uno de esos momentos que curtía caracteres, que moldeaba a un hombre  de verdad, que nos hacía crecer como personas. 


Pero ya no, pides una foto e instantes después te enfrentas a la imagen de la  amiga en tu móvil. 

En tus primeras veces, pagando la novatada, la abres con emoción, como si detrás de esa imaginaria puerta estuviera esperándote la mujer de tu vida, pero tras unas cuantas experiencias traumáticas sabes que hay que abrirlas con  desidia, con la emoción del que vuelve el lunes a la oficina, con el entusiasmo del que comprueba los números de la primitiva sabiendo que a él nunca le tocan.

Aquí empieza la versión moderna de ser un caballero en la cita a ciegas. Hay que hacer esfuerzos para no decir nada estilo "me estás  vacilando", "pensaba que éramos amigos" o "¿en serio crees que no puedo aspirar a más?" 

Hay que recordar que aunque la foto sea la de un orco tu amiga no la ve así. Cuesta creerlo pero lo dice en serio, la ve guapa.  En su fuero interno, no lo dudes, te está haciendo un favor, te está regalando la posibilidad de conocer a un ser maravilloso: su amiga. 




Así que, caballeros, recuerden siempre que cuando les digan, "tengo una amiga perfecta para ti" deben huir rápido como el rayo, suave como la gacela e incansable como el llanto de un bebé, pero no olviden hacerlo con estilo, dejando una fragancia de "dandy" en el aire porque, nunca se sabe, igual esa chica tiene, cualquier día, una amiga "perfecta para ti" 



PD: este post es una chorrada porque la belleza está en el interior...