El otro día una amiga me pasó un concurso literario. La primera vez que participo en uno. Si os animáis a leerlo, lo tenéis en mi perfil de Instagram @fercereto. Ponedle corazoncitos y esas cosas que de algo debe servir...
Me desvío. El relato es un poco (bastante) dramático. De amores que se acaban, de tristeza, de lágrimas, de rendición. Muy taciturno todo. Para llorar, pero creo que queda redondo que es de lo que se trata, que es un concurso literario, no un momento bar, cerveza y echemos unas risas.
Se lo pasé a un par de amigas que me leen y les gusta lo que escribo (para que me digan que es muy chulo y lo critiquen un poco pero no demasiado) y mi hija (para que lo critique mucho que no se corta ni un pelo...)
Las tres dijeron lo mismo. ¿Estás bien? Córcholis. Carámbanos. ¿Por qué no iba a estarlo? Mi hija estaba comiendo conmigo en una terracita y acabábamos de reírnos de alguna tontería de esas que nos gusta a los dos. Ningún signo de que estuviera al borde de la depresión. Ninguna rotura reciente. Pero era un relato triste ergo yo debía estar triste. O al menos eso les pasó por cabeza a los dos microsegundos ya que, si es un microrelato, deben ser microsegundos....
Me pasa en todos los libros, relatos y cuentos que escribo. Al parecer todo el mundo tiende a creer que lo que piensa el protagonista es lo que pienso yo, que lo que siente el protagonista es lo que siento yo, que sus opiniones son las mías, que sus sentimientos son los míos.
En "Lo que sucedió tras la muerta de mi madre", escrito en primera persona pero con la protagonista mujer, se me atribuye el papel (y las opiniones y la forma de ver la vida) del marido. El tema es pensar que no puede ser todo inventado...
Estoy bien, gracias. El microrelato se basa en ponerse en una situación que me es familiar (no lo niego) y dramatizarla. En llevarla al extremo, en darle carga teatral. En eso se suele basar la literatura, en buscar situaciones que podrían suceder, no en situaciones que (te) han sucedido. Y desde la más cotidiana a la más estrambótica, tu papel como escritor es darle verosimilitud, aunque la historia suceda en Marte y haya viajes en el tiempo.
Pero lo entiendo, porque yo imagino a Bukowski como un obseso sexual, a Roth como un hipocondriaco y a Houellebecq como un borracho antisocial. Aunque no creo (a saber por qué) que Nabokov fuera un pederasta.
Así que, si me da por escribir de estos temas espero comprensión y no creáis que soy un asesino, un suicida, un borracho o un machista..
Este post, que es corto, es solo para deciros: "¡Gracias, estoy bien!".
Y ya que estáis... leed el relato!!!