Estos días se le ha dado mucha caña a Antonio Muñoz Molina —escritor, Jaén 1956— por una entrevista en el antaño periódico de referencia, El País: El titular “Si hay una salvación posible de este mundo es recuperar la idea de escasez”.
Me he tomado la molestia —algo que creo que el 90% de los que lo critican no hará— en leer el artículo completo. No dice nada especial.
Es más, todo lo que dice es muy sensato; que habría que educar a los niños en que los melones que comemos tienen un trabajo detrás para ser recogidos; que lo más ecologista es no derrochar; que hemos de ser conscientes de que cuando cambiamos de teléfono generamos basura electrónica que se va a un país del tercer mundo.
No aboga por no comer melón, no tener móvil o no encender la luz. Se entiende perfectamente lo que dice y es lo que nosotros decimos, o deberíamos decir, a nuestros hijos en casa —y lo que nos habían dicho nuestros padres hace un suspiro—. Que apaguemos la luz de la habitación al salir. Que hay que comerse hoy las hamburguesas aunque no nos apetezcan porque si no caducan. El "esta noche tocan sobras" de toda la vida.
Él mismo se sitúa en la categoría de privilegiados o a España en el primer mundo. Y lo compara con una situación previa en España —post guerra—en la que hubo más escasez.
Os dejo el link.
- La primera sería hablar de "escasez". Aquí podrían haber utilizado, por ejemplo austeridad o sobriedad que sería más una decisión personal. Escasez suena a obligación, a situación no deseada.
- Quizás, el reloj de 10.000 euros, sobra.
Pero por encima de estos dos problemillas, si uno lee el artículo, es difícil no estar de acuerdo a no ser que se empeñe en no entenderlo. En fin, abrazo virtual, Sr. Muñoz Molina. Y mucha paciencia.
PD. al parecer el reloj es de estar por casa... nada de 10.000 eurazos. Pero ahora se meten con la silla!!!!