En estos tiempos convulsos que corren tenemos un serio problema: hay que saber matizar. Y eso es difícil. Mucho. Y más teniendo en cuenta que el Presidente del Gobierno es alguien que no parece especialmente dotado para variar de un pensamiento único.
La ley y la justicia no son los mismo.
Sé que Mariano no lo entiende porque su concepción abstracta de la vida acaba en "un vaso es un vaso y un plato es un plato"
La justicia y la ley muchas veces siguen direcciones opuestas. Si revisamos la historia veremos multitud de casos en los que había una ley que era claramente injusta: leyes de hace 40 , 50 o 60 años ahora mismo nos parecen absolutamente increíbles.
Podemos citar miles de ejemplos de casos de acciones justas pero ilegales, injustas pero legales.
Rosa Parks perpetró una acción ilegal decidiendo no levantarse de su asiento para que se sentaran "los blancos", miles de mujeres no podían votar porque lo tenían prohibido por una ley aprobada democráticamente (por hombres), la esclavitud era legal, todas las barbaridades que perpetró el nazismo tenían una ley que las amparaba, en muchos países todavía es ilegal el matrimonio homosexual...
Así podríamos hablar horas y horas de situaciones que eran injustas pero legales, justas pero ilegales.
¿Cómo se cambiaron estas leyes injustas? Con movimientos de la Sociedad Civil, muchas veces de forma pacífica pero en una parte nada desdeñable con altercados, guerras y muertos.
Cuando una ley empieza a ser manifiestamente injusta debe cambiarse. Eso no significa queel gobierno o país que las haya aplicado hasta ese momento sea un bárbaro. Cuando pensamos en la cultura Griega lo vemos como algo sublime, avanzado, y la mayoría de leyes (empezando por la esclavitud) nos harían sonrojar.
Las sociedades evolucionan y cambian, en general a mejor. Seguramente ahora no nos lo debe parecer pero nuestra sociedad resiste cualquier comparación con tiempos pretéritos aunque haya signos de regresión (Ley Mordaza)
El problema de la actual democracia sigue siendo el mismo de las "viejas democracias". Cambiar una ley injusta es una tarea de titanes. Los políticos están ocupados en "cosas más importantes" y son inmovilistas.
Es un poco triste pero parece que las leyes hay que seguir cambiándolas con actos de desobediencia civil en muchos casos porque nuestra sociedad sigues estando bastante coja de democracia. O en procesos interminables en el tiempo.
En el debate independentista catalán hay algo que está bastante claro. Una inmensa mayoría de los catalanes está de acuerdo con el "derecho a decidir". Solo una minoría de personas en Catalunya están en contra de preguntar al pueblo que opina. Pero es ilegal. ¿Es ilegal preguntar a los ciudadanos, de forma no vinculante, en una consulta realizada por su President, con el respaldo de la mayoría del Parlament? Sí. Sorprendente.
Pero cualquier cambio legal, sobre todo los que contribuyen a darle más sentido a la palabra democracia, poder del pueblo, se ve entorpecido por los dirigentes, por los tribunales absolutamente politizados, por el aparato del Estado.
Hemos conseguido tener gobiernos y no sólo me refiero este, espectacularmente eficaces a la hora de aplicar la ley. Pero además de ser eficaces son increíblemente despiadados y torpes a la hora de reaccionar ante los cambios, las demandas de la sociedad, la injusticia legal.
La ley de indultos o su aplicación sería un caso: se reserva para amiguetes y casos que se dan a conocer a través de Change.org o redes sociales porque si no un hombre que robó una bici hace unos años y tiene trabajo e hijos entrará en la cárcel.
El maltrato animal es España, toros incluidos, sería otro ejemplo de una injusticia legal. ¿Por qué no aprovechamos las elecciones del 20 de diciembre para preguntar por prohibir los toros? Coste muy escaso, poner otra papeleta con sí/no.
Los desahucios en los que el gobierno tiraba a la calle a sus ciudadanos y después invertía el dinero que les hubiera salvado en rescatar a los bancos....
Así que cuando el Partido Popular basa siempre su discurso en "aplicar la ley" cueste lo que cueste lo único que demuestra es que le falta esa "finura" de la que ahora presume para atajar el mayor problema que va a tener el próximo presidente español. Esto demuestra que es un mal gobierno. Pero ojo, que las otras posibilidades, en especial Ciudadanos, tampoco parecen unos linces.
Cuando las leyes van en contra de la sociedad, de los ciudadanos, de los "tiempos modernos" hay que cambiarlas, no aplicarlas. Eso lo sabría cualquier dirigente de segunda división, pena que los tengamos de tercera.
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