Bienvenidos a las puertas de la Segunda Guerra Civil Española. Pasen y vean ustedes como somos tan idiotas que nos vamos a ir de culo hacia allá...
Lo sé, lo sé, estoy exagerando, pero a veces tengo esa sensación cuando veo las noticias, me meto en blogs, foros y discuto con amigos y conocidos.
Al final lo de Catalunya es una nadería, incluso aunque nos independicemos. Si acaso se nos bombardea y ya está. Lo habitual que dicen algunos....
Pero esta re-división de España en los rojos y los fachas es para hacérsela mirar. Las culpas, como casi siempre, están repartidas.
A la derecha chula y prepotente de toda la vida, en muchas ocasiones anclada en el franquismo, con esa concepción centrípeta y nacional-católica de España que llevamos años soportando, "bien" acompañada por esa caverna mediática repleta de conspiradores de extrema derecha, están contrarrestando las formaciones emergentes de izquierdas con una contra-reforma en toda regla.
Lo que sea para fastidiar y ser lo más ofensivo posible en sus protestas. Hay que poner una reina en lugar de un de un rey mago, los disfrazamos de la forma más estrafalaria que se nos pase por la cabeza, decimos un Padre Nuestro con diez coños y 12 vaginas metidos por ahí para ofender (que nadie me diga que ese bodrio que haría un niño de 8 años es cultura) demostramos que somos más guays que nadie quitando el nombre de las calles de todo el que le diera una vez la mano al caudillo y sonriera... ¿Sigo?
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| Dolors Miquel recitando su "obra de arte" |
Los escraches, que algún día acabaran como el rosario de la aurora: que están muy mal si los hacen ellos (que al parecer la derecha se está animando, ya tardaban) y muy bien si los hacemos nosotros.
El otro día estaba comentado con un amigo, bastante ponderado en general, un tema de actualidad, no recuerdo cual, pongamos el del Padre Nuestro Porno, y decía "que se jodan". Tal cual. Como no son los míos que se jodan. Seguro que entre las personas escandalizadas y que se sienten ofendidas hay muchos hombres y mujeres religiosos, sin más, buenas personas, no curas pederastas y señoras ultra-pijas que humillan al servicio. Pero parece que cuando alguien entra en una Iglesia a blasfemar lo puede hacer porque "hay curas pederastas". O sea el todo por una mínima parte. Ejemplar.
Esa es otra manía de la izquierda radical heredada de sus ancestros: el anticlericalismo. Hay muchos tipos de anticlericalismos: desde el "creyente" que ataca los malos hábitos del clero (pero considera que la concepción de la Iglesia es buena) pasando por el "anticlericalismo no creyente" que considera que la propia Iglesia está plagada de defectos y que es mala estructuralmente hasta llegar al "anticlericalismo popular" que desemboca en formas de violencia sacrofóbica o iconoclasta contra edificios, objetos de culto o personas.
Parece que la forma de proceder de la nueva izquierda es igual a la de la vieja izquierda (y no hablo del PSOE, hablo de la República) premiando o disculpando este anticlericalismo popular (eso sí, no hemos llegado a los límites de quemar iglesias o curas)
El problema, tanto para la derecha como para la izquierda española, es de respeto a las ideas de los otros, al prójimo que piensa diferente que tú. Y ese desprecio en la nueva izquierda por lo que ellos ven como rancio o de derechas da el mismo miedo que el autoritarismo rozando lo dictatorial de la derecha que tenemos en España, con esa apropiación de unas ideas y de unas leyes que hacen a su medida con la connivencia de los tribunales que ellos mismos han puesto.
Y aquí los periodistas ayudan, mirando hacia otro lado o bendiciendo las barbaridades de los suyos (sí, los periodistas tienen a los suyos que tratan con cariño y a los "otros" que les pegan palos por cualquier tontería) mientras critican a muerte las mismas actitudes si las hacen los otros.
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