Hay una frase ya clásica que reza "Hay dos tipos de personas: las que les gusta Bruce en directo y las que no lo han visto" Ayer Bruce lo volvió a demostrar. Espectacular. Increíble. Rejuvenecido.
Podría daros la lata con lo que podemos leer en las críticas de los periódicos. Podría decir que estuvo espectacular, que me encantó la versión de "Drive all night", que sigo pensando que el "Purple Rain" no lo borda pero empieza a gustarme con un solo de guitarra Steve Van Zandt magnífico, que eché de menos "Spirit on the night" y "Backstreets", que en "The River", "I´m going down", "Because the nigth", "Point Blank" estuvo espectacular y que el "Thunder Road" de ayer no fue el mejor que le he escuchado.
En resumen, que Bruce Springsteen cantando sus mejores canciones, ya entradas en años, es imbatible.
Pero no quiero hablar de eso, hoy me apetece reflexionar sobre un par de números: 66 y 220.
66 son los años que tienen Bruce y el grueso de la "E Street Band": Max Weimberg, Steve Van Zandt y Roy Bittan. 66 años, jubilados deberían estar. Pues no, están espectacularmente activos y vivos. Un ejemplo. 66. Pensad en alguien de vuestro entorno de esa edad e imaginadlo saltando tres horas o girando sobre si mismo 15 veces mientras hace un solo de guitarra.
220 son los minutos que duró el concierto: 3 horas y 40 minutos. Una barbaridad.
Juntas esos dos números y una de las imágenes del final del concierto y sabes que es lo que nos enseña Bruce Springsteen más allá de que nos haga disfrutar de su música.
Eran las 00.40, esos tipos de 66 años llevaban más de 3 horas dándolo todo y nosotros pedíamos, insaciables, otro bis... Bruce nos mira y se toca la muñeca diciéndonos, ¿habéis visto qué hora es?. Lo repite varias veces, con una sonrisa pícara y uno tiene el convencimiento de que seguirá tocando un poco más y la sensación de que no nos hace un favor, de que se de divierte, de que simplemente le apetece más aporrear la guitarra que irse al hotel a descansar, que si no toca hasta las 3 de la madrugada es porque la insufrible Patty le reñirá al llegar a casa diciendo que está cansada de estar de pie. Y sigue, un poco más, sonriendo.
Esa es la enseñanza de Bruce: trabajad en lo que os divierte, en lo que os apasiona y todo os irá mejor. El cansancio no os pesará tanto, los años serán mas livianos, la gente os querrá más y un nuevo día "en la oficina" no será un drama.
Es verdad que no es lo mismo hacer una guardia que tocar ante 70.000 personas, pero estamos hartos de ir a conciertos a ver robots (U2 es el paradigma), de ver a jugadores de fútbol que parecen amargados de "trabajar" en lo que nosotros gastamos nuestros ratos de ocio, de ver malas caras en las consultas externas, las urgencias y los hospitales.
Totalmente de acuerdo Fernando con tu articulo, es cierto, solo los que hemos asistido como mínimo a un concierto del Boss sabemos que no es solo ir a escuchar música, el sentimiento Springsteen esta mas vivo que nunca.
ResponderEliminarPor cierto, creo que estábamos bastante cerca, estabas alrededor de la fila 11??. Saludos
Un poco más arriba!!! A mi la gente que nos ataca a los que nos gusta Bruce como si fueres simplemente una moda me empiezan me empiezan a parecer muy pesados!!!
ResponderEliminarUn par de años y lo tenemos aquí otra vez!!!!
Vaya, te había confundido con otro, los que nos atacan como dices, seguramente gran parte de ellos solo tienen los oídos para escuchar una canción, no entienden lo que hay detrñas de un tema de Springsteen, el Boss se ha ganado con creces el respeto día a día de todos aquellos que le seguimos desde hace años, cada día mas, por algo sera que llena allá por donde va, te marca conciertos de 4 horas, sale a agradecer a su público ante la espera bajo la lluvia, un tío solidario con causas benéficas etc, Springsteen significa algo mas que unas canciones con ritmo, pero eso no lo puede ver todo el mundo. Estamos en contacto. Saludos
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