Me gusta opinar y odio los foros de los periódicos... Autor de los libros Mi primer amor era una bruja, Lo que sucedió tras la muerte de mi madre y Tres Caminos disponibles en Amazon.
A l´As i al Marca surt avui que la UEFA podria multar de manera significativa al Barça per les estelades presents a la final de Berlín i pels càntics independentistes de la final.
Està clar que els borinots estan distribuïts de manera uniforme per tota Europa i que a la UEFA els hi ha tocat la seva part corresponent. El problema és que sembla que manen...
Segons l´As es tancaria una part de la grada (quina?) i es posaria una lona amb alguna pancarta per defensar el "Fair Play". No seria millor que posessin una per defensar el "Una, Grande y Libre"?. O una "Por la unidad de España" o "Antes roja que rota"? Que l´Aznar els hi aconselli.
Que nassos té a veure això amb el Fair Play?
Si ho fan el ridícul serà espantós. Espero que la directiva del Barça (sigui la que sigui) es posi les piles en defensar una acció de llibertat d´expressió de part de la seva afició. Una actitud que és, per sobre de tot, pacífica.
Pots estar d´acord o no, però fer això és criminalitzar-la de forma absolutament injusta. I quan dic que es posi les piles parlo d´arribar on faci falta (Estrasburg?) No fer una mini rabieta.
Si ho fan crec que la resposta ha de ser clara: omplim el Camp Nou d´estelades al primer partit de la Champions. Ja buscarem un slogan del estil: "La democràcia és Fair Play".
I si volen deixar-nos sense Champions un any, allà ells.
Entre mis colegas (y más aún fuera de mis colegas) he recibido algunas (pocas) críticas por mi petición en change.org de solicitar la obligatoriedad de las vacunas en la población infantil. Es verdad que he recibido infinitamente más muestras de apoyo de personas (profesionales y no profesionales) que están totalmente de acuerdo. La petición sigue ahí y ya llevamos casi 120.000 firmas. No está mal.
Que conste que la crítica era, entre los profesionales, solo por el concepto de obligar. Unanimidad en vacunar. Prefieren vencer que convencer. Me parece bien pero mi escepticismo es máximo...
Tras un "bajón" del tema de las vacunas al pasar unos cuantos días del contagio del niño de Olot hemos sufrido un "repunte" del interés por su desgraciado fallecimiento. Nuevos artículos en prensa, televisión, etc. Pena que la causa sea tan triste.
Hoy sin ir más lejos una compañera de trabajo me ha pasado el link de un artículo de "El Mundo" llamado "Así seducen los antivacunas". Interesante. Explica porque una mentira sin base científica ha calado en la sociedad. Algo harán bien y nosotros mal cuando la mentira parece verdad y la verdad parece mentira (al menos para algunas personas)
Hay dos cosas que hacen bien: el marketing y contar mentiras pero siempre poniendo rostros humanos.
Os paso el link del artículo de "El Mundo" para que sepáis de que hablo.
Lo que nos viene a decir el artículo es que los grupos antivacunas seducen a la población básicamente con dos discursos: el del miedo y el "storytelling", o sea el "cuenta cuentos".
1. Discurso del miedo:
Venga, hay que decidirse: a qué le tenemos más miedo, a las enfermedades que previenen las vacunas o a sus efectos secundarios.
La comunidad científica lo tenemos claro: a las enfermedades
Pero el grupo de los "antivacunas" lo tienen claro: vamos a minimizar las enfermedades y vamos a aumentar los efectos secundarios para conseguir nuestro objetivo.
Los antivacunas: "Las enfermedades que previenen no son para tanto"
El discurso del miedo está basado de forma paradójica en la propia eficacia de las vacunas.
Las enfermedades que previenen las vacunas en gran parte están erradicadas y, por lo tanto no se les tiene miedo porque ya nadie conoce a una persona que ha muerto de difteria o de polio. Son enfermedades de "abuelas" que, según ellos, también habrían desparecido "por las mejoras higiénicas de la sociedad"
Frase de Teresa Forcades: "la difteria es una enfermedad en que la mayoría de enfermos solo tienen unos días de dolor de garganta y se les pasa" Eso sí, detestada Teresa, con un 10% de mortalidad.
Francamente me parece inaceptable dejar que vuelva una enfermedad como la difteria que puede convertirse en epidémica y que tiene un 10% de mortalidad.
Pero para ellos es "un simple dolor de garganta". Y por qué arriesgar a vacunar a tu hijo si es una enfermedad menor.
Por lo que dicen los libros la polio era una enfermedad terrible (y eso que la forma "mala" solo afecta a un 1-5% de los afectados) Pero a ese 1-5 % les podía ocasionar la muerte o secuelas que les amargaban durante el resto de la vida. Disfrutad con una de las mejores novelas que he leído: Némesis de Philip Roth, que trata de la ultima epidemia de polio en Estados Unidos.
Pero la reducción no fue por la vacuna... fue por la mejoría de las medidas higiénicas. Seguro....
Aquí hablo de las dos enfermedades prácticamente erradicadas en nuestro medio. No les tenemos miedo porque no las hemos sufrido.
Podríamos hablar de otras en las que ha caído en picado su incidencia como la meningitis o el sarampión pero no es la idea del post empezar con datos y discusiones. Y aquí también venden que son enfermedades benignas y que para el sistema inmune de los niños es bueno pasarlas.
Los anti-vacunas :"Los efectos secundarios de las vacunas son inaceptables"
El artículo de "El Mundo" junta teorías que entiendo que den miedo a los padres como el autismo, la diabetes con otras que son tan minúsculas que casi hacen reír comparado con los beneficios que reportan: que pueden "dar fiebre" o "que les duelen"
Y como si quitamos algún caso puntual, diríamos que extraordinario, de niños que han tenido algún efecto secundario de alguna vacuna (mucho menos que la penicilina, que la amiodarona o que cualquier antineoplásico) no tienen ninguna base científica lo justifican todo con el segundo punto: la teoría de la conspiración.
Los efectos secundarios dan miedo. Pero simplemente son... ¡mentira!.
2. Teoría de la conspiración.
Para crear una "teoría de la conspiración" hay que tener un "archienemigo": la industria farmaceútica.
Cualquier dato que les presentemos está comprado por ellos. Cualquier dato que ellos no tienen es porque la industria no ha dejado que se haga ese estudio. Es caro y a nadie le interesa...
Y es imposible rebatirle a nadie este segundo dato. Los puedes inflar a estudios, meta-analísis y evidencia científicas. Todo está falseado. Así es imposible discutir con nadie.
Mi experiencia "discutiendo"con los anti-vacunas
Desde que hice la petición en change.org y salí en los medios me han contacto una decena de personas anti-vacunas. Algunas simplemente recriminándome el concepto de obligatoriedad pero algunas amenazándome, incluso con "arruinar mi carrera profesional".
He intentado discutir, razonar, explicarles el por qué son buenas las vacunas pero no es posible por la teoría de la conspiración y porque se quedan con el caso dramático y concreto en lugar de los miles y miles de vidas salvadas.
Recurren a artículos sin ningún peso científico (la mayoría en revistas pseudomédicas) y las malinterpretan, siempre ven un indicio de que son lo peor.
No entienden que en medicina hablamos de probabilidades. Si vacunas a 1.000.000 de niñas de la difteria y a 1.000.000 no, llegarán más niñas sanas y salvas a los 18 años en el grupo de las vacunadas. Y así con todas las vacunas. Y esto sirve para las neumonías tratadas con Penicilina: igual 1 paciente entre 1.000.000 fallece de un shock anafiláctico, pero se habrán salvado 100.000 que hubieran muerto sin tratamiento antibiótico ¿Que preferimos?
Pero a pesar de que tenemos razón me decía mi compañera esta mañana que igual es verdad que no la sabemos expresar, que no transmitimos.
Pude ser, pero os paso unos pósters, links y vídeos que lo contradicen.
Pero hay personas a las que no se puede convencer de que esto no es un montaje y que si he perdido una tarde haciendo este post en lugar de ver una peli es porque creo que las vacunas son algo maravilloso para la sociedad y no porque la industria me haya comprado para contar milongas.
Un "póster"
Un par de videos: me encantan, especialmente el segundo (no lo he encontrado subtitulado)
Y un montón de links "made in Spain"que lo dicen todo clarito....
En los últimos días y en medio de las luchas habituales hemos asistido a una batalla política relativamente nueva.
La podríamos definir como "el chiste que has hecho es vejatorio contra (aquí iremos cambiando el grupo al que se veja), tienes que dimitir". Evidentemente el chiste del otro siempre es peor que el tuyo.
El encargado de dar el pistoletazo de salida a este nuevo deporte ha sido el concejal por Podemos, Guillermo Zapata, con el típico chiste de los judíos y el cenicero del coche. A la calle por bruto. Bueno. Un chiste realmente bestia. Está bien. Con el Holocausto no se juega. Puerta
Pero a partir de aquí estamos empezando con el "lo tuyo es igual de malo". Sé que a continuación mezclo chistes, chascarrillos y ocurrencias. Espero que se entienda la idea.
Podríamos hacer hasta un recorrido en el que enlazaríamos a un político diciendo que lo de Zapata es una barbaridad con un tuit o comentario suyo igualmente censurable.
Empecemos por la dicharachera Espe capaz de decir "en broma" (supongo que lo del chiste del 600 y los ceniceros iba en serio) que habría que "matar a todos los arquitectos" al ver un edificio municipal en Madrid. No pasa nada. Era " de broma" jijijiji.....
Y tenemos más casos: un concejal del PP llamado Pedro Vega que retuiteó dos chistes de gitanos : "¿Cuál es la consola que más le gusta a un gitano? La consola "de ese" y ¿Qué parecen dos gitanos en una bici? Gilipollas, porque podían haber robado otra". Hasta donde yo sé no dimitió. Debe ser porque los gitanos no han sufrido un holocausto.
Aunque no sé si esto se puede considerar humor negro o simplemente mala leche (me inclino por la segunda opción) un regidor socialista de El Coronil tuvo la brillante idea de colgar el siguiente tuit. Si cualquier día hubiera sido ofensivo, hacerlo al día siguiente de un accidente de helicóptero en el que habían muerto tres guardias civiles en una operación de rescate, es de tontos.
Pedro Sánchez estuvo más duro que Clean Eastwood en "Harry el sucio" y le pidió que "rectificara". ¡Qué miedo! Y lo hizo, claro, diciendo que no se podía comparar a la Guardia Civil de la época de franco con la actual. Eso. Una rectificación en toda regla. A día de hoy no me consta la dimisión del concejal.
Y podemos hacer una lista larguíiiiiiisima. Se me ocurren declaraciones mucho más salvajes, aquí ya no se ve el humor por ningún lado, que no tuitear (o retuitear) un chiste xenófobo o racista, que para mí son mucho más merecedoras de dimisión. Pero tampoco dimitió nadie.
Unos ejemplos.
El "que se jodan" al anunciar rebajas en el subsidio de desempleo" Andrea Fabra del PP.
Las comparaciones del nacionalismo catalán con el nazismo. Aquí tenemos lo más granado: Ibarra, Margallo, Marcelino Iglesias, Bono, un tal Jonatan Cobo del PP autor de esta foto en la que sale Mas disfrazado de las SS...) y solo pongo los políticos.
Juan Velarde del "Tribunal de Cuentas" (organismo oficial del Estado) amenazando con "bombardear Barcelona" Ya dijo Azaña que España periódicamente tiene que bombardear Catalunya". Pero lo decía sonriendo así que también debe ser un "chascarrillo". Ni medio problema para él.
Así que si eres político o en un algún momento de tu vida quieres serlo ten mucho cuidado con lo que escribes en la red o retuiteas o dices en tus declaraciones públicas, aunque no tengo ni puñetera idea de donde está la línea del cachondeo a lo inadmisible porque no veo relación entre a gravedad de los tuits o equivalentes y sus consecuencias.
Retuitea un chiste de gordas e igual tienes que dimitir pero puedes decir alguna barbaridad como que los parados lo son porque les gusta tocarse los cojones todo el día (esta me la acabo de inventar) e igual no pasa nada.
He de confesar que al final me he liado tanto que he cambiado el título del post porque quería ser sobre los límites del humor. La idea ha partido de la última polémica. Un político (esta vez del PP) que hizo un comentario en face "cómo me gusta este tipo de marketing" sobre este anuncio de preservativos XXL y esta foto.
Pero esta polémica, la de los límites del humor, la dejo para el próximo post.
Ya hace 1 año que Felipe VI es nuestro soberano. Que emoción. Hoy supongo que las páginas de los diarios se llenarán de sesiones de "baño y masaje" para Su Majestad. En "El País" tenemos a los líderes de las cuatro fuerzas del país. Tres dándole coba: PP y PSOE sin ningún tipo de pudor y Ciutadans haciendo de niño travieso rollo "bien pero debe mejorar" y Podemos con Pablo Iglesias en el típico escrito del que no se atreve a decir lo que lleva dentro y se queda en un "aixxxx que me meto contigo" pero al final solo amaga, que la Corona impone mucho.
Es difícil para alguien que siempre se ha sentido muy republicano hablar de Felipe VI; entre que es de la quinta de mi hermano, que lleva una barba clavada a la mía (sí, yo me la dejé antes) y que tiene una señora esposa que "me ponía" en su etapa de presentadora (quiero dejar claro que ya no dado que es Su Majestad y eso estaría muy feo) le tengo hasta cierto aprecio.
La verdad es que cuesta un poquito no ponerse a colaborar en esa sesión de masaje celebrando el día de su rey-aniversario. Se ha quitado lastre (en forma de hermana) de encima, ha modernizado la corona, ha recorrido toda España, ha aguantado los pitos en la final estoicamente....
Pero es insuficiente: debería ser más valiente, más activo en temas de calado social, más cercano a defender valores que en Catalunya entendemos como fundamentales como la democracia y el derecho a decidir y más garante de las libertades. Pero lleva solo un año y quizás sería pedir demasiado.
Así que todo lo que he escrito está muy bien pero tiene entre otros los siguientes "problemillas": sigue representando a una institución caduca donde las haya, es descendiente de los que invadieron Barcelona en 1714 (igual en el resto de España no tiene importancia pero en Catalunya resta bastante), nadie le ha votado y sigue gozando de inmunidad (eso que se llama la inviolabilidad del Rey) lo que es un atentado absoluto a uno de los principios que repiten tanto, el "todos somos iguales ante la ley".
Así que, gracias por la chapa y pintura que ha realizado en la monarquía, por esos toques de decencia de su primer año, pero si quiere ser un Jefe de Estado querido y con autoridad moral, tendrá que arremangarse, mojarse y pasar por las urnas de forma voluntaria.
Un consejo: hágalo, ganaría. Es más, arrasaría. Ahora mismo no hay nadie más preparado ni con mejor prensa que Su Alteza Real en este país. Eso sí, no seria hereditario y significaría el fin de la monarquía.
Una frase muy de abuela es aquella de "no hay mal que por bien no venga". Pues parece que en el caso de la difteria no va a ser así.
Hace unas dos semanas inicié una campaña en change.org cuyo titulo rezaba "Ministerio de sanidad: el calendario vacunal en los niños debe ser de obligatorio cumplimiento". Lo hice en un momento de cabreo y estupefacción al ver como los grupos antivacunas habían conseguido recuperar una enfermedad que casi ningún médico en activo había visto, consiguiendo que un niño enferme gravemente.
La verdad es que gracias a "Change.org", que funciona espectacularmente, la semana pasada tuvo mis "48 horas de fama" saliendo en radios y televisiones. Una experiencia no buscada pero una gran experiencia. En una de las entrevistas de radio expliqué que estaba seguro de que los políticos no adoptarían una medida antipopular por lo que representa "obligar" a unos padres a vacunar a sus hijos (además en año pre-electoral) pero que al menos haríamos oír la voz de la comunidad científica, de las asociaciones de médicos, de pediatras, de la Sociedad Española de Pediatría y que, con el caso del "niño de Olot" en la retina, el impacto favorable a favor de las vacunas podría ser definitivo.
Me quejé a los medios de comunicación que habían dado demasiada bola a los grupos antivacunas, que los llamaban demasiado para entrevistarles y que así colaboraban a que esa mezcla de verdades, medias verdades y mentiras tan bien mezcladas cuajara en personas que no tienen la formación necesaria (lo cual no es ninguna crítica, no creo que un abogado deba entender de vacunación igual que yo no debo ser un experto en leyes).
Y los primeros días así lo parecía... pero no. Ya han sacado a pasear a los antivacunas y sus declaraciones han sido más psicodélicas que nunca. Teresa Forcades ha insinuado que deberíamos dar las gracias a los niños que no se vacunan porque "gracias a ellos" hay un porcentaje de no inmunizados que hacen que bacterias y virus circulen y así vamos reforzando nuestro sistema inmunitario. Eso tras afirmar que la inmunización tras las vacunas es del 95%... ¿ese 5% en el que las vacunas no funcionan no cumpliría ese magnífico papel social de mantener vivas las infecciones? Me confunde esta mujer...
No voy a entrar a discutir muchas de las afirmaciones, que son las de siempre: hay muchas vacunas, se administran muy pronto, llevan aluminio y en una frase final, lapidaria, dice "hay padres que prefieren correr el riesgo de que su hijo se muera a que quede con una enfermedad neurodegenerativa por acumulación de vacunas" O sea "correr el riesgo de morir" contra "quedarse con una enfermedad degenerativa", como si fuera un 100%. Dios...
Por cierto, sí que se puede discutir sobre las vacunas: faltaría más. Pero se debe hacer con datos científicos, en los foros científicos y no en "Sálvame de luxe". Con estudios clínicos, con seguimientos epidemiológicos de los niños vacunados. Como diría Arguiñano: con fundamento. Pero no lo hacen simplemente porque lo que tienen son creencias, no datos.
Por otro lado, los políticos han hecho de eso, de políticos. Han descartado medidas como la obligatoriedad sin abrir ni tan siquiera el debate y han exigido a los padres de los niños que vayan a colonias sin vacunar que firmen un papel que los exima de cualquier responsabilidad si los niños sufren una de esas enfermedades durante las colonias. Brillante.
¿Por qué no buscan soluciones? Es fácil. Ya que a obligar a vacunar de todo el calendario no se atreven pueden hacerlo con enfermedades potencialmente mortales como la difteria o la polio y dejar el papiloma o la varicela a libre elección de los padres siempre bajo una recomendación absoluta. Eso sería hacer política, buscar consensos incluso con los grupos antivacunas, un mal menor.
Pero estamos en un país tan friki que, posiblemente, el haber recuperado una enfermedad que ni recordábamos porque hay padres que no entienden el concepto de la vacunación acabará con un aumento de la exposición en los medios de las tesis de los antivacunas y quien sabe si un aumento de la tasa de niños no vacunados.
Buceando por temas colaterales al tema de la semana, el caso de difteria del niño de Olot, uno en los que pocos se atrevían a entrar era en el tema del "castigo" a los padres del niño por haber decidido no vacunarlo: si había que hacerlo y con qué.
Este caso es tremendamente dramático y me sirve más que nada para entrar en el tema. Me cuesta castigar a unos padres que suficiente deben tener con lo que han hecho y con la enfermedad que le han provocado (de la que no han puesto a salvo, sería como una omisión de socorro) a su hijo. Además no han hecho nada que nuestro querido gobierno tipifique como "punible". Por eso me cuesta posicionarme aunque me parece evidente que lo que han hecho es una barbaridad pero no acabo de tener muy claro si no habría que hacerles responsables de alguna manera. Creo que hay tantos argumentos a favor de castigarles como en contra pero yo no sería capaz de hacerlo, a menos que el niño se cure.
El caso actual se parece un montón a un caso que me dejó impresionado hace unos años. Hubiera jurado que le sucedió a Herman Maier (Hermanator) un mito dentro del esquí pero no lo he encontrado en la red... así que igual me equivoco y era otro deportista.
Maier (o quien fuera), tenía un bebé. El niño estaba llorando, de esta forma tan "graciosa" que tienen los niños de llorar, y, para que se callara, su padre que era un cachas lo "sacudió" causándole la muerte de forma absolutamente involuntaria (esta patología se conoce como el síndrome del bebé sacudido)
Lo que hizo está tipificado: homicidio involuntario y pena de cárcel, pero ¿se conseguía algo con ese castigo? Simplemente añadía dolor a una situación terriblemente cruel. Es difícil imponer a alguien mayor pena que haber tomado una mala decisión que ha causado la muerte de su propio hijo. Pero tampoco se podía ir "de rositas"
Ni Maier (o quien fuera) era un peligro para la sociedad ni se conseguía ningún bien social poniéndolo a la sombra una temporada. Así que el juez lo "castigó" obligándole a explicar su caso en múltiples foros en los que hubieran padres. No deja de ser un castigo terrible por tener que rememorar una y otra vez lo que hizo, pero además lleva aparejado un bien social porque disminuye la probabilidad de que se repita el caso. Encerrándolo no.
Es la pena que hemos oído muchas veces en telediarios sobre actores americanos. 100 horas de "servicios sociales" en un comedor para pobres sirviendo comida o equivalente. Pero aquí vamos muy atrasados en este tipo de justicia.
Es posible que los padres del niño de la difteria pudieran desarrollar una labor social de ese tipo. Haciendo un tour por las diferentes televisiones para explicar la metedura de pata que hicieron no vacunando a su hijo. Yendo a los colegios. Contando a todo el mundo que su hijo a enfermado gravemente o por culpa de escuchar a vendedores de humo, a impresentables que dicen mentiras o medias verdades. Para que no se repita el caso de su hijo, que no es tan excepcional, pero no suele salir en los periódicos porque estos casos se suelen producir en enfermedades que no estaban erradicadas (sarampión, paperas, varicela, meningitis...)
Y a partir de aquí, podemos aplicar esta táctica hasta el infinito. Hay múltiples infracciones que no se pueden castigar con la cárcel y que por ese motivo quedan inmunes o con multas económicas que no creo que sirvan de mucho: desde castigar a los "graffiteros" con pintar lo que han ensuciado, a los que cogen con tasas de alcoholemia altas al volante a ir a la salida de las discotecas a explicar que así no se puede conducir o ayudar en voluntariado con accidentados de tráfico y lesiones medulares, a los que vierten comentarios xenófobos, racistas o similares en la red a atender en asociaciones de éstas características para que vean lo estúpido de esas actitudes.... etc. La idea es asociar siempre un bien social al castigo individual.
En unos años los castigos actuales (cárcel o pasta), los veremos como algo muy simple, muy decadente, como nos pasa ahora con los de hace 50 años (cara a la pared, libros en los brazos, el castigo físico...)
El Juez de Menores Emilio Calatayud es un buen ejemplo. Aparte de que es un cachondo, y que habla espectacularmente bien ha dictado las siguientes sentencias: impartir 1000 horas de clases de informática a estudiantes a un joven que había crackeado varias empresas por valor de 2000 euros, 100 horas patrullando junto a la policía por conducir temerariamente y sin licencia, trabajar con los bomberos por quemar cuatro papeleras, trabajar en un centro de rehabilitación por haber acosado a una anciana, etc.
Dejo para otro post mi visión sobre los que deberían ser los castigos "privados de libertad". Muy diferentes de los actuales.
Pero nuevamente, para conseguir que se pudieran aplicar estas penas, sería necesario tener políticos y jueces valientes pero, desgraciadamente, tanto de uno como de otros andamos escasos.
Una (la única) consecuencia positiva del caso de difteria es que desde hace un par de días en los periódicos y en las redes sociales se está hablando, mucho y bien, de frenar esta puñetera manía de no vacunar a los niños con unos motivos demenciales y pseudocientíficos. No voy a entrar demasiado en este aspecto porque ya está tratado en el post de "Teresa Forcades y los antivacunas" y además me molesta mucho tener que discutir con nadie sobre si la tierra es redonda o si el mar moja.
Me asquea que los políticos, "as usual", se estén escondiendo y los periodistas hagan unos artículos más bien tibios. Los dos grupos abogan por una reflexión "serena y sosegada" que quiere decir que en cuanto se pase la noticia (una semana como mucho) nos olvidaremos del tema hasta la próxima o hasta que haya una epidemia con 40 muertos. Y entonces todos a llorar.
Uno de los motivos esgrimidos por los anti-vacunas para no vacunar es "LA LIBERTAD" y ahí me quiero centrar hoy. De entrada la libertad es la capacidad de una persona de tomar sus propias decisiones, acertadas o equivocadas, pero en las sociedades civilizadas la libertad de uno acaba donde empiezan los derechos de los demás.
En resumen: no podemos utilizar nuestra libertad si provoca "daños colaterales" en nuestros conciudadanos. Es, o debería ser, la base de la convivencia
Pero este concepto de libertad cada vez se ha perdido más. Todo el mundo tiene derecho a manifestarse (libertad) pero yo también tengo el derecho a volver a mi casa de forma normal y no encontrarme con una caravana de 3 horas. Así deberían manifestarse sin cerrar una carretera o la Diagonal porque si no su libertad de manifestarse choca con mi derecho.
Lo lógico sería que se hicieran manifestaciones sin cortar calles y así unirían su libertad y mis derechos, pero a los manifestantes nunca les ha importado un carajo que después de trabajar 10 horas uno se pase 2 más de regalo en el coche. Es lo que hay. Su libertad es más importante que mis derechos. Egoísmo puro. Y así hemos llegado a donde estamos. Nadie, ni particulares, ni la "sociedad civil" ni las organizaciones políticas harán nada por conciliar esos dos derechos porque hay que ponerle límites a alguien y eso suele ser peligroso electoralmente. Y el problema de la vacunación es un ejemplo para reflexionar, porque o nos hemos vuelto locos o somos unos cachondos. Unas consideraciones.
1) Dualidad: pitidos-vacunas.
Resulta que esta semana se ha puesto en entredicho, diciendo que como mínimo hay "indicios de delito", la libertad de unos ciudadanos para silbar "símbolos de España" porque afecta el orgullo patrio. Unos silbidos se consideran un crimen. Da igual que estemos de acuerdo o en desacuerdo, que sea de buena o mala educación, pero me parece que es un ejercicio de libertad que afecta a pocos derechos de los demás. Quizás juega con sus sentimientos pero nada más.
Sin embargo la libertad de unos padres de no vacunar a sus hijos por falsas creencias es "intocable" al parecer. A día de hoy no se les obliga y no se ve en el horizonte. Y la libertad de los padres de no vacunar a sus hijos choca frontalmente con el bien de sus hijos de recibir la mejor sanidad posible, con el bien general de minimizar las posibilidades de una epidemia o con la obligación del gobierno de asegurar que tengamos las menores posibilidades de que un niño no vacunado infecte a mi hijo o nos infecte a nosotros. Pero aquí nadie quiere limitar su libertad.
Por tanto, el orgullo patrio es mucho más importante que la salud pública.
No lo entiendo. 2) Los derechos de los niños. Los niños tienen prácticamente todos los derechos imaginables. Un gran avance. En los casos de divorcio, en los casos de paternidad... los derechos de los niños se considera que están muy por encima de los de los adultos. A las familias monoparentales se les da un trato "especial" para proteger a los niños. Parece lógico. Entonces... ¿por qué no obligamos a vacunarlos y así los protegemos de unos padres que son unos necios? ¿No es la salud lo más importante? Pues también parece que no... 3) Mi opinión vale tanto como la tuya.
Una de las frases que he leído más en los periódicos. Pues no. La opinión que se pueda formar alguien que no sea experto en medicina o incluso más, en vacunación, no vale lo mismo que la de un experto en preventiva o en enfermedades infecciosas. O del CDC americano (Centers of Diseases Control) Oír a alguien discutir sobre literatura médica sin tener ni idea es bochornoso. Interpretar los estudios, los artículos, la metodología de los mismos, valorarlos en su justo medida, fiarse o no, es extremadamente complicado. Hay que saber mucho. Pero mucho, mucho, mucho. Y es evidente que cualquier profesional no médico no tiene los conocimientos para hacerlo. Igual que la mía no vale lo mismo que la de un experto en Seguridad Vial. Yo tendré mi opinión pero no cuenta. Tendré derecho a expresar mi opinión pero si los expertos consideran que hay que ir a 80 por una carretera me tendré que aguantar. Igual que mi opinión no vale un carajo comparada con la del arquitecto que tiene que hacer mi casa. Tengo un 11 inicial para la final de Berlín cojonudo, pero el que cuenta es la de Luís Enrique. Normal. 4) No se puede obligar a nadie a vacunarse en contra de su voluntad. ¿Por qué?No veo ni un solo motivo. El gobierno legisla sobre millones de cosas y nos obliga a montones de ellas desde hace mucho. Y no pasa nada. Estamos obligados a ponernos cinturón de seguridad en el coche, a no pasar de un límite de velocidad, a no fumar en el trabajo, a pagar impuestos y a llevar a los niños al colegio. La libertad está laminada al no permitir la poligamia (vete tú a saber por qué), estamos obligados a identificarnos si nos lo pide un policía... ¿sigo? Hay millones de ejemplos en que nuestra libertad está limitada: nos obligan a hacer cosas que no queremos y no nos dejan hacer cosas que sí nos apetecen. Por el bien común. Pero no se atreven a declarar que la vacunación tiene que ser obligatoria. Políticos.
Por tanto, la excusa de la libertad me parece un argumento de muy poco peso para evitar que la vacunación sea obligatoria. La única razón me temo que es que los políticos creen que perderían votos.
Pues ya lo tenemos aquí. Otra final de Copa ganada al Athletic (y van 3), otro gol de Messi que hace que el calificativo de DIOS se le empiece a quedar corto y otra pitada a S.M el Rey. Hay tradiciones que no cambian.
Bueno, algo varía. Seguramente son simples matices pero la forma de enfocarlo del Estado Español sí es diferente. Cada vez se equivocan más.
Es evidente que no es algo "bonito" ni "ejemplar". Silbar el himno de otro país siempre es un acto de mala educación, igual que quemar una bandera. No se me ocurriría silbar el himno de los EEUU o Francia o hacer arder un trozo de tela con las barras y estrellas.
Creo que nadie duda que lo que se hizo ayer en el Camp Nou fue silbar a dos símbolos del estado Español: rey e himno.
Podemos buscar motivos históricos en la relación borbones-Catalunya e iremos a parar por ejemplo al 11-S-1714, pero creo que no hace falta. La desafección Catalunya-Estado Español (no hablo de la de Euskadi porque no conozco tanto su situación) es evidente desde hace años y dado que no nos dejan decidir nuestro futuro votando, la pitada es una de las pocas ocasiones que tenemos de demostrar nuestro descontento, consiguiendo además repercusión internacional.
Este año en el Camp Nou había más ganas de silbar que nunca. ¿Por qué? Por las amenazas. Se llegó a decir que se podría "suspender el partido" (Espe dixit).Estupendo. A ver quien la dice más gorda. El amigo Roncero pide una sanción económica de... 50 millones de euros para cada equipo!!! Hoy se reúne la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo y la intolerancia en el deporte. No sé en cual de estas maldades lo encuadrarán (intolerancia?) pero seguro que algo encuentran. Aunque haya jurisprudencia del 2009 en contra. Hemos tenido que escuchar que si no les gusta el Rey no jueguen la Copa del Rey (¿cuando no nos gustaba Franco había alguien que no jugara la Copa del Generalísimo?) Antes se llamó Copa de la República y me temo que mucho no republicano la jugaba. Otra frase: el himno español no "nos une a todos": francamente conozco muy poca gente que se emocione con el himno, muchos por nacionalistas y otros porque se sigue viendo como un himno "muy de Franco", aunque no sea verdad, ya que es un himno claramente anterior a la dictadura.
Es la única forma que tienen de entender la diversidad, en este caso de opiniones y sentimientos, de respaldo a los símbolos oficiales: la amenaza y pronto veremos si el castigo. Y es su manera de entender la democracia y los derechos de los ciudadanos. Un símbolo de su España, sea el Rey o sea el himno, es más importante que la libertad que tenemos los ciudadanos para demostrar nuestro descontento. Porque silbar no es insultar ni pegar ni maltratar, ni es quemar una bandera. Es una forma de protesta. Y da igual que les guste o no, les parezca de mala educación o les de dentera. La libertad del pueblo está por encima de estas consideraciones. Al menos para mí. Lo de sancionar al Barça parece una broma de mal gusto porque que yo sepa el Barça no ha hecho ninguna manifestación a favor de la proteste, igual que, evidentemente, no nos va a decir a los socios lo que tenemos que hacer. Bartomeu no es mi padre hasta donde yo sé...
Respecto a los partidos políticos sin novedades: PP-Ciutadans y PSOE (qué triste que los socialistas sean incapaces de tener perfil propio) a favor de que nos caiga la del pulpo. CIU y ERC defendiendo la libertad de expresión y el PSC desaparecido en combate no sea que enfade a sus amos.
Pues nada. Que nos sancionen. No sé si van a repasar las imágenes de las gradas para hacerlo individualmente a todos los "silbadores" o simplemente le pondrán 10.000 euros de multa a los clubes. Creo que para Aduritz, que se estuvo descojonando toda la pitada (dice que porque estaba viendo a su hija) pedirán la pena de muerte o que no lo convoquen nunca más para la selección española, lo que por otra parte no hicieron ni cuando lo merecía.
Adelante. Ya sabemos lo que pasará. Próxima final silbaremos el himno, ganaremos con un golazo de Messi y nos meterán una multa. Como sin hubiéramos aparcado mal el coche. Pero siempre es bonito mantener las tradiciones.