Pues sí, el nivel de estupidez no para de subir, imparablemente, sin fisuras, sin avergonzarse de nada, como si fuera una competición.
El problema de discutir con alguien que utiliza argumentos tan toscos es que no se puede, te llevan a rebajar el debate al absurdo y, francamente, uno se considera demasiado inteligente para llegar hasta allí.
Si alguien cree que el independentismo catalán y Tabarnia tienen la mínima similitud lo mejor es darle un abrazo y llevárselo a tomar unas cañas si es tu amigo o darle la espalda y no perder ni un solo segundo en discutir si es uno de esos enemigos (cariñosamente hablando) que te has buscado por internet con "el procés"
No pierdo ni una letra más en Tabarnia; se la regalo.
Vamos a por lo del Menú de Navidad porque me parece más grave lo que se está haciendo con la Policía Nacional en este país. Si Zoido busca que se le coja manía más allá del 1 de octubre y otras maravillosas actuaciones va por el buen camino. Felicidades.
Tras una queja por twitter de la PN sobre el menú con el que pasaron la Navidad los Policías Nacionales desplazados a Barcelona
¿Éste es un menú tan horrible? |
nuestro amado Zoido va a abrir una investigación para depurar responsabilidades porque al parecer “a los presos les dan de comer mejor”. ¡Inadmisible!¡Responsabilidades! ¡Dimisiones!
La Policía Nacional es un servicio público como puede ser la Guardia Civil, los Mossos en Catalunya, los bomberos o, en algo que me pilla de lleno, los sanitarios: médicos, enfermeras, auxiliares o camilleros que hacemos guardia en las fiestas “de guardar”.
Ahora estoy en la privada y antes estaba en la pública y no recuerdo ni un solo menú “especial” con el que me obsequiaran un 24, un 25, un 26 o un 31 noche. Diría que, con suerte me ponían 2 polvorones y un trocito de turrón o había algún tipo de carne que sonaba más a Navidad.
Hablando con amigos la frase es “algo más se lo curran pero vamos...”
En resumen, que si estaban estos extras bien y si no, también. Lo que nos molesta de las fiestas cuando trabajamos es no poder estar con la familia, es no poder compartir mantel con los nuestros, es no darnos los regalos cuando toca. Pero cuando elegimos profesión ya sabíamos donde nos metíamos, al menos unos años.
Y si, nos quejábamos y decíamos que se podían esmerar un poco más en la comida, que no costaría nada hacer algo especial ya que estábamos ahí dándolo todo. Pero tras esos tres minutos de queja ritual nos zampábamos nuestra comida de hospital y a seguir trabajando. Nada en redes sociales. Ningún ministro ni Conseller salía a decir que “que vergüenza” y que “iba a investigar” porque no teníamos unos buenos Canelones o un caldito de la abuela, de esos en los que podrías flotar de densos que son, con sus galets.
Pero al parecer la Policía Nacional es diferente, son de una raza superior a los otros servidores públicos, supongo porque son españoles, muy españoles y mucho españoles.
Pues nada, que las prioridades en España cada vez están más claras y hay que alimentar muy bien a los policías porque han de estar bien comidos para hacer lo que tuvieran que hacer el 25, no como los que nos dedicamos a cosas poco importantes como pueden ser la salud, apagar incendios u otras nimiedades que si tenemos estos días trabajo a espuertas.
Así es muy difícil tomarse a nadie en serio aunque uno ya fantasea con el cocinero imputado por “delito de odio”...
A mi me gustaría que hasta a la Policía Nacional se le diera bien de comer y cenar en fiestas pero son miles los servidores públicos que cenan peor cada año. Y nadie se queja mas que mientras cogen los cubiertos y, luego, a trabajar.
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