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sábado, 24 de febrero de 2018

Forges, descansa en paz.

Ha muerto Forges. Es inevitable que , cuando muere alguien de esta relevancia ,(cuántos sabemos quién era Forges y qué pocos quién es el ministro de cultura) todos nos sintamos un poco afectados.




Forges ha sido el humor desde que uno tiene uso de razón, el humor con mayúsuculas, el de toda la vida. Lo que hubiera sido Mafalda si siguiera publicando viñetas cada día o Snoopy  si uno fuera Yanqui y entendiera sus chistes. 


Sus personsajes, la pareja con la mujer gorda y el hombre pequeño con bigote, los trabajadores puteados y resignados y los empresarios perveersos y obesos con puro, los políticos y los ciudadanos y, para mí, por encima de todos, los médicos. Fan (muy fan que se dice) de esa visión desenfadada y cínica de la sociedad. 


La muerte de Forges, sin llegar a la tristeza que me causaron las de Prince o Cruyff, está en ese grupo de personas que no has conocido, con las que no has intercambiado una palabra, pero que han hecho que tu vida sea un poco mejor. 

Pero lsu fallecimiento tiene, para mí, una peculiaridad. Es la de un amigo que sientes que te había triacionado. 

Los chistes de Forges eran reconocibles. No hacía falta que leyerás su firma abajo a la derecha, un garabato donde ponía Forges. Su humor era cínico-blanco, descarnado con los políticos y los poderosos, con la incultura, con la intransigencia. Eran, en general, apolíticos y amables con los desfavorecidos y con ciertas profesiones que intuías que admiraba y entre la que se encuentra la mía, la médica. 



Así que para mí resultó incomprensible ese chiste de la "estelada elástico-elastómera" en la que aparece un independentista sacándose un ojo con una bandera: de un mal gusto infinito. 


Si fuera de otros viñetistas como "El roto", gente vendida a la línea editorial de "El País" y sin escrúpulos, no me hubiera sentado tan mal. 

Pero es chiste fue un "joder, ¿Forges también?, como si tu pareja te pusiera cuernos con tu mejor amigo. Un palo. 

Así que, adios Forges, con todo el cariño del mundo del que despide a un amigo de toda la vida y con el regusto amargo del que no entiende por qué lo hiciste, tan al final. 




domingo, 4 de febrero de 2018

Los Goyas, el feminismo y Valls.

Antes de nada me gustaría dejar bien clara una cosa: no he visto ni una sola de las películas que participaban en los Goya. Es más, creo que en todo el año pasado solo vi "Perfectos Desconocidos" como película española.  Tampoco he visto la gala (me tengo un cierto cariño) y además soy hombre. 



Pero he repasado la Sacrosanta y Sagrada Constitución Española (espero que os hayáis puesto en pie y sacado el sombrero al leer "Constitución Española") y, sorprendentemente (aún) no estoy inhabilitado para comentar nada. 

Vayamos por partes: 


- La ganadora: Isabel Coixet. 




Es difícil caerme peor. Leí una vez a Risto Mejide que le daba igual caer bien o mal a una persona, básicamente porque esta condición se adquiere de buenas a primeras, desde la superficialidad del que "te conoce" de forma muy tangencial o, en este caso, del que no te conoce. 

Mi íntima relación con Isabel Coixet es por lo que he leído en sus magníficos artículos en "El País". Y no la soporto. 

Dos motivos. El primero su autovictimización constante sea con "El procés", sea con su condición de mujer, según lo que esté de moda, todo sea por estar en el candelero. El segundo,  su total desprecio a "la taquilla". Afirmaba que le daba igual lo que recaudaban sus películas, que a ella le importaba "la calidad" en un claro ejemplo de lo que le pasa (al menos una parte) al cine español. Total, como vivimos de las subvenciones... que más da que sus pelis palmen pasta una detrás de otra. 

"La librería" tiene un presuspuesto de 3.4 millones y es un exitazo de taquilla según he leído; lleva recaudados unos 2.3 millones. Después del premio y, con suerte, igual no pierde dinero. 

Era la favorita sin duda; mujer en un año de reivindicación feminista y unionista convencida, declarada y militante. Porque, y vamos a la segunda parte del post... este año todo era muy feminista y tocaba hacer ver que no pasa nada en Catalunya.


- La reivindicación: el feminismo y la ausencia de lazos amarillos. 

Vaya por delante que me parece fantástico que la gente reclame lo qué quiera, dónde quiera y cómo quiera. Dios me libre de decirle a alguien lo que tiene que hacer/decir. Me gustaría recibir el mismo trato...

Así que este año tocaba "feminismo". Vale. Como son muy obedientes todos reivindicaron el feminismo con cosas tan raras como "el cupo del 50%". No sé yo cómo se consigue que hayan un 50% de directoras, actrices, maquilladoras y cámaras sin caer en el esperpento. Por lo que tengo leído en las escuelas de cine hay mayoría de mujeres así que es una cuestión de tiempo. 

Además, como ya dije en un post de las mujeres y el fútbol, si las mujeres quieren que hayan más féminas que sean las protagonistas principales, o directoras, solo tienen que ir al cine a verlas en grupo, que arrastren a sus maridos y las conviertan en súpertaquilleras. Seguro que los productores las empiezan a contratar a precios astronómicos. Quejarse y luego no hacer nada, que es lo habitual, es muy español. 

Tan bien me parece que la gente reivindique aquello que les sale de las gónadas como que Arturo Valls opine que "no es el sitio o el momento". Y me parece perfecto que haya 800.000 tuits acusándole de meter la pata. Ahora... machista. ¿Dónde está el machismo? 


Repaso la RAE y me llevo la sorpresa de que han cambiado el significado de la palabra. Ups. Pero vamos, pongo la que hay que me adapto a los nuevos tiempos, que soy así de moderno. 

1. m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.
2. m. Forma de sexismo caracterizada por la prevalencia del varón

Así que, como cree que en esta gala era mejor hablar de cine y no hacer reivindicaciones feministas, es un machista. Estoy seguro que este post también se puede considerar machista por defender a Arturo. Por cierto, tiene 54.000 entradas en google si pones "Arturo Valls machista".  

Desgraciadamente el machismo es, hoy en día, lo que no le guste a un grupo determinado de mujeres. Y tu a callar que eres hombre. Y si queremos convertir cualquier acto en una reivindicación feminista, has de estar, obligatoriamente, de acuerdo. Genial. Viva "el feminismo" 

Sigamos: ni una reivindicación sobre los presos catalanes (a mí me parecen presos políticos y sospecho que a alguno de los 7000 premiados también se lo debe parecer). Me parece curioso trarándose de esta gente tan y tan reivindicativa. Muy curioso. 

Pero tocaba ser muy #metoo y poco #llibertatpresospolitics porque, sospecho, para que te dieran un premio en esta gala era bueno ser muy feminista y unionista...  o quizás es que me he vuelto muy pero que muy mal pensado.