Seguidores

sábado, 24 de octubre de 2015

Busco a mi media naranja pero... ¿dónde están los naranjos?


Hace tiempo escribí un post a medias con una amiga sobre "discusiones bizantinas" y pensé que estaba bien esto de ser coautor. Esta vez voy un poco más allá y no soy ni coautor.... Depende de como salga este post igual dejo que otros jóvenes escritores cuelguen aquí sus obras maestras!!!


Una amiga me hizo llegar este post. Es guapa y atractiva así que no debería tener problemas para "conocer" hombres pero.... este es su escrito. Para tener "foco" pensar en divorciadas de más de 30.... Ahí lo dejo. Esperamos vuestros sagaces comentarios, a ver si la ayudáis!!!

PD: de verdad que no lo he escrito yo, que os conozco....


"Es un tema del que discutimos mucho últimamente con amigas y compañeros de trabajo. ¿Dónde podemos conocer a otras personas?

Una mujer o un hombre que se han divorciado, separado, o que simplemente lo han dejado con su pareja pasan un tiempo en el cual no quiere saber nada de nadie, pero cuando está preparada/o para salir de nuevo al mercado. ¿Con qué se encuentra? Por muchas ganas que le ponga esto de encontrar a alguien especial es muy difícil cuando ni siquiera se puede conocer a gente nueva. La palabra clave aquí es NUEVA.
Pongamos una situación concreta: una mujer que trabaja en una oficina, con su gimnasio al mediodía y pasa la tarde en casa encargándose de su hija el 50% de su tiempo. Tiene pocos amigos porque no es de esta ciudad por lo cual las actividades "extra" con amigos son escasas. 
A lo largo de una jornada laboral conocer a alguien es poco probable: están todos casados y los pocos que no, tampoco interesan. En el gimnasio nadie se atreve hablar con ella o son hombres casados (again)  y lo de encontrarte a tu media naranja en el supermercado parece misión imposible.
Vale…nos quedan los fines de semana. La gente sale a cenar, de copas, a bailar… pero ni ahí.
Este verano un compañero de trabajo me ha dicho: tú no tienes pareja porque no quieres. Me enfadé intentando explicarle que este verano he salido un montón, he ido a muchos sitios, estaba muy abierta a "conocer gente". Nadie se ha acercado (excepto un par borrachos).
Una vez en un bar me acerque a una mesa con cuatro chicos para pedirles la silla libre. Me miraron, no se decidían si necesitaban la silla o no, así que me senté. Empecé a bromear con ellos diciéndoles que si no se decidían me quedaba. Les creé la situación perfecta para conocerme, pero pasaron de mi, parecía que les daba pereza ir más allá.
¿Tenemos que acercarnos nosotras, las mujeres? Discutible. Hoy en día que las mujeres son más atrevidas, pero por los comentarios que he oído, a los hombres al final no les gustan las mujeres que lo hacen. 
Que quede claro que no hablamos del rollo de una noche. Ahí sí, si la mujer es una loba, mejor.  
Y a decir verdad, un hombre que no se atreve ni decirte ni “hola, ¿qué tal?” (por miedo al rechazo?), no nos interesa. A todas nos gusta el macho Alfa, el hombre que se atreve.
Otro medio: internet. Hoy en día  es el medio más popular para conocer a una mujer o un hombre. Por la experiencia que he tenido, puedo decir que encontrar una joya en todo este circo que parece el programa de "Hombres y Mujeres y viceversa", es un trabajo muy duro, que pocas veces tiene premio.
En fin, podéis decirme que igual toda la culpa es mía, que soy fea, antipática, exigente, etc. 
No me conocéis, claro. Eso sí, os he contado mis experiencias, pero creo que el problema existe. Independientemente de si eres feo o guapo, simpático o no, hombre o mujer, siempre hay una pareja para cada uno. 
La gente se ha vuelto perezosa para conocerse, salir, hacer algo por el otro. Igual que para encontrar a una persona que de verdad te guste, tenemos que conocer a 100 personas. La cuestión es ¿Dónde y cómo encontramos a esas 100?

3 comentarios:

  1. lo de buscar la media naranja es un error!!! aparece sin que te des cuenta!

    ResponderEliminar
  2. totalmente de acuerdo... pero es importante conocer muchas naranjas para encontrar tu media!!!!

    ResponderEliminar